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El Comité Interinstitucional de Flora y Fauna de Antioquia (CIFFA) es la agremiación que trabaja de forma articulada en la  protección de las especies más amenazadas por las redes de venta y distribución ilícitas de animales y plantas.

El CIFFA se reunió antes de la Semana Santa para preparar los esquemas y operativos de control al tráfico de flora y fauna silvestres en Antioquia. Estuvieron (de izq. a der) la directora de Corantioquia, Ana Ligia Mora; la secretaria de Ambiente de Antioquia, Lucy Rivera Osorio; la subdirectora Ambiental del Área Metropolitana, María del Pilar Restrepo, el representante de Corpourabá y los delegados de la Policía Nacional, entre otros.

Antioquia es uno de los departamentos de Colombia con mayor diversidad de fauna silvestre, esto es favorecido por el variado mosaico de hábitat en diferentes ecosistemas y regiones biogeográficas con las que cuenta, tales como las cordilleras Central y Occidental, los valles interandinos del Cauca, Magdalena y Porce-Nechí, el valle del Atrato y la región costera del Caribe.

Además, Antioquia es el único departamento Colombiano que posee cinco áreas de endemismo para las aves dentro de su territorio. Al igual, también presenta una importante concentración de especies con rangos restringidos y/o con algún grado de amenaza.

En la jurisdicción de Corantioquia, que comprende el área de 80 municipios (66 por ciento del territorio) , y una extensión de 36.059 km2, con 3´200.000 habitantes (65% de la población), el reporte oficial establece que allí hay 117 especies de anfibios pertenecientes a 11 de las 14 familias registradas para el país, 65 (55.5 por ciento de ellas son endémicas); 107 especies de reptiles pertenecientes a 14 de las 25 familias reportadas para el país, 23 (21.49 por ciento de las cuales son endémicas para el país). 114 especies de mamíferos no voladores, lo que representa el 44,71 por ciento de las 255 reportadas en el país, de las cuales 19 son endémicas de Colombia y 41 afrontan problemas de conservación.

En cuanto a los mamíferos voladores están reportados para la jurisdicción 128 especies que representan el 71.91%, de las 178 reportadas para Colombia.

Respecto de las acciones de manejo y conservación de la fauna silvestre, en el primer semestre de 2016, Corantioquia recuperó 563 individuos vivos (235 aves, 246 reptiles y 82 mamíferos), de éstos, 265 han sido por entregas voluntarias (78 aves, 149 reptiles y 38 mamíferos), 249 rescates (129 aves, 76 reptiles y 44 mamíferos) y 49 por incautaciones (28 aves y 21 reptiles).

En cuanto a los procesos de liberación, se han reubicado 346 individuos de fauna silvestre (107 aves, 210 reptiles y 29 mamíferos), haciendo uso de las 27 plataformas de reubicación, de las cuales 13 se han incorporado en lo que va del año (7 nuevas y 6 que ya habían sido matriculadas y que fueron evaluadas y reactivadas).

En todo 2016, la Corporación logró la recuperación de mil 147 animales, de los cuales 544 fueron rescatados, 540 fueron por entrega voluntaria, y 73 fueron incautados. Entre las especies que más fueron recuperadas están los réptiles, aves y mamíferos.

Las rutas del tráfico ilegal de fauna en el Departamento se da en las vías o corredores que unen el Valle de Aburrá con la Costa Atlántica y las carreteras que llegan desde el centro del país, el Eje Cafetero, hacia Medellín y sus municipios vecinos.

En los informes oficiales del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, entidad que ejerce el control ambiental en lo urbano, el promedio de incautaciones por año es del cerca de 1.400 especies de fauna, y las regiones del Departamento desde donde más decomisos se efectúan son las del Bajo Cauca, Urabá y el Suroeste antioqueño.

La región de Cornare posee una gran variedad de zonas ecológicas, representada en los bosques húmedos y muy húmedos tropicales hasta los bosques secos, con todos los pisos altitudinales, desde los 200 metros sobre el nivel del mar en las planicies del Rio Magdalena en el municipio de Puerto Triunfo hasta los 3.400 metros en el cerro de las Palomas en los municipios de Sonsón, Argelia, Nariño y Abejorral; estos sistemas son las muestras representativas de la biodiversidad y la heterogeneidad territorial.

La diversidad florística proporciona fuentes de alimento y refugio para los mamíferos, las aves, los reptiles e invertebrados, fortaleciendo las cadenas tróficas propias de estas zonas tropicales. La fauna terrestre se ve afectada negativamente por la ampliación de fronteras agrícolas, la deforestación, el tráfico ilegal, la introducción de especies invasoras y la caza ilegal.

La lista de especies en peligro por el tráfico de fauna en el Departamento compromete todo el territorio, pero en especial las zonas donde hay presencia de jaguares, pumas, yaguarundies, ocelotes, margais, oncillas, osos de anteojos, cinco especies de tortugas marinas, dantas, titíes pielroja, cangrejos azules, perezosos de tres uñas y monos araña negra o marimondas chocoanas.

Corantioquia, por ejemplo, tiene planes de manejo y recuperación para 20 especies de fauna. La reserva forestal Cerro Bravo, los Farallones de Citará, el Corredor de las Alegrías y distritos de manejo integrado como los ríos Barroso y San Juan y el Páramo de Santa Inés o Belmira, son algunas zonas en las que habitan estas especies y que se busca proteger, con las mismas comunidades como aliadas.

El panorama en Urabá y parte del Occidente es parecido en la riqueza y diversidad, pero también en el de las amenazas. Especies como el oncilla (tigrillo de clima frío o paramudo), el oso de anteojos, las tortugas marinas, el tití pielroja, la guagua y el mochuelo, por mencionar algunos, hacen la diferencia faunística en esta región.

Los más graves problemas se presentan con el tráfico ilegal y la caza, que tiene en peligro de extinción a especies como el cangrejo azul. Las tortugas marinas, de las que hay cinco especies, se protegen compensando a la comunidad de la vereda Lechugal (Necoclí) con el pago de un salario y dotación de equipos para que monitoreen las especies y eviten la caza.
Corpourabá dispone de un hogar de paso de fauna silvestre recuperada en el que se han identificado 89 especies.

Dentro de los instructivos emanados por las autoridades ambientales y acogidos por distintas dependencias y secretarías del orden local, hay medidas restrictivas, preventivas y técnicas con las que se busca mitigar los daños y reducir el tráfico.

En la primera se trata de realizar acciones de control coordinado con autoridades de policía para reducir la actividad comercial en sitios públicos, la tenencia y la movilización ilegal del recurso, todo esto a través de operativos de control, atención de quejas y controles al ingreso a la ciudad. Las labores de control generan diferentes actuaciones entre las que pueden destacarse las recuperaciones que se hace de especímenes vivos o procesados de la fauna silvestre.

La segunda se basa en la concientización que debe hacerse sobre la ciudadanía, en tanto consumidor final de este recurso, para que asuma su rol protagónico y se desestimule el tráfico ilegal de fauna silvestre. Esto se pone en práctica a través de la realización de charlas de sensibilización y de la difusión de campañas de prevención.

La tenencia de fauna silvestre está prevista en el Código de Policía como una conducta no adecuada frente a la conservación de nuestros recursos naturales, razón por la cual no se dan permisos de tenencia ni comercialización de animales vivos. El nivel de conocimiento de la norma y de la problemática se refleja en la poca denuncia que se hace y en la poca información disponible sobre el número de operativos realizados, el número de capturas y las respectivas sanciones penales y/o económicas a los responsables del tráfico ilegal de fauna y flora.

En Colombia se penaliza la comercialización, movilización y/o tenencia ilegal de fauna a través de la Ley 1333 de 2009. Se castiga con multas desde los 5.000 salarios mínimos hasta prisión de 48 a 108 meses o el cierre temporal o definitivo de un establecimiento implicado en el ilícito. El Artículo 248 del Decreto 2811/ 1974 dice que “la fauna silvestre que se encuentra en el territorio nacional pertenece a la Nación”.