​TITÍ PIELROJA RESCATADA EN TURBACO, BOLÍVAR, MURIÓ EN EL CENTRO DE ATENCIÓN Y VALORACIÓN A LA FAUNA DEL ÁREA METROPOLITANA DEL VALLE DE ABURRÁ A CAUSA DE MALTRATO EN CAUTIVERIO​

  • ​El caso de la tití pielroja pertenece a ese 80 por ciento de animales que tocan las puertas del CAV y mueren en el proceso de recuperación después de ser víctimas del tráfico ilegal. El otro 20 por ciento sobrevive, aunque con traumas irreversibles.
  • El animal fue encontrado durante Semana Santa en el caribe colombiano por una joven que, en su camino a Cartagena de Indias, vio su condición de desnutrición y alertó a las autoridades.
El estado en el que fue rescatada una pequeña tití pielroja después de un año de cautiverio y maltrato en el municipio de Turbaco, Bolívar, evidenció las consecuencias irreversibles del tráfico ilegal de fauna silvestre, y la necesidad imperiosa de que los ciudadanos no hagan parte de la cadena que conlleva esta práctica.

El animal fue encontrado durante Semana Santa en el caribe colombiano por una joven que, en su camino a Cartagena de Indias, vio su condición de desnutrición y alertó al concejal de Medellín, Álvaro Múnera.

A través del trabajo articulado entre el concejal de Medellín, grupos animalistas de Cartagena, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique – Cardique, la Policía Nacional, Avianca y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, el animal fue trasladado el jueves pasado al Centro de Atención y Valoración a la Fauna - CAV, en Barbosa (Antioquia), lugar de recuperación de animales silvestres decomisados por las autoridades policivas y ambientales o por entregas voluntarias de la ciudadanía.

La condiciones en las que la tití llegó al CAV del Área Metropolitana del Valle de Aburrá eran deplorables: no podía caminar, padecía raquitismo, sufría de un prolapso rectal, tenía malformaciones óseas en extremidades inferiores y exteriores, y estaba tan desnutrida que fue imposible tomarle muestras de sangre.

El personal del CAV, liderado por la médica veterinaria Marcela Ramírez, le prestó a la pielroja cuidados urgentes como analgésicos, anti-inflamatorios, nebulizaciones y alimentación por sonda. Toda la infraestructura y la tecnología del lugar estuvieron a su servicio pero, desafortunadamente, no fueron suficientes: la tití murió a las 11:00 a.m. del sábado pasado por un paro cardiorrespiratorio producto de una falla sistémica.

Es decir, a la tití pielroja encontrada en una casa en el municipio de Turbaco le fallaron sus pulmones, sus riñones, su hígado y su corazón por no haberse desarrollado en su entorno natural, por haber ingerido alimentos que no correspondían a su dieta, por la falta de luz y de nutrientes, y por no haberse desplazado con libertad en un ambiente silvestre.

El caso de la tití pertenece a ese 80 por ciento de animales que tocan las puertas del CAV y mueren en el proceso de recuperación después de ser víctimas del tráfico ilegal. El otro 20 por ciento sobrevive, aunque con traumas irreversibles.

“Por cada animal que se muere, especialmente tratándose de hembras, hay muchos individuos que dejaron de nacer. Esto hace que la fauna silvestre esté cada vez más amenazada de extinción”, aseguró la médica veterinaria Marcela Ramírez.

Para evitar historias como esta, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá reitera el llamado a los ciudadanos para que se abstengan de capturar, domesticar o traficar animales silvestres. Estos al ser extraídos de su entorno natural, están en riesgo de sufrir mutilaciones, afecciones de la piel, escamas o mucosas, atrofias musculares, deformaciones esqueléticas o, en el peor de los casos, alteración de su comportamiento natural, lo que impide su recuperación definitiva y les quita el derecho a vivir en su hábitat.

La entidad recuerda, asimismo, la línea de atención al usuario para denunciar tráfico y tenencia ilegal de fauna silvestre: 3856000 ext 127.

A marzo de 2017 habían sido recuperados por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá 1.163 individuos de especies silvestres, 990 de ellos entregados voluntariamente por ciudadanos que los habían capturado, comprado o mantenido como animales domésticos; 154 encontrados en el espacio público, 13 obtenidos en decomiso y 6 capturados en el medio.​