Conmemorar el 8 de marzo va más allá de un simple detalle, es un proceso, es una historia que continúa. Representar el empoderamiento de la mujer desde aquel día se ha hecho necesario para exaltar su labor, sus logros y las reivindicaciones por alcanzar.

En el Área Metropolitana del Valle de Aburrá hemos visto cómo las mujeres han contribuido al desarrollo del territorio, convirtiéndose en promotoras de proyectos que han transformado de diferentes maneras lo que somos como región.

Contribuciones a la movilidad, la productividad, la educación, al ambiente, la seguridad y la convivencia. Todas de gran importancia para desarrollar las actividades que nos competen como entidad, jugando papeles fundamentales como subdirectoras, técnicas y otros cargos que permiten que funcionemos y seamos reconocidos por la calidad de nuestro trabajo.

EnCicla es uno de los programas del Área coordinado por mujeres y que nos muestra la capacidad y acierto que que tienen ellas para dirigir. Para conmemorar el 8 de marzo, como Día Internacional de la Mujer, queremos exaltar esas razones con las que las mujeres nos demuestran que ocupan los espacios que el territorio metropolitano abre para ellas. Cada vez son más, hoy en día son el 40% de usuarios del primer y mejor servicio público de bicicletas del país.

1. Hay más ciclorrutas

​Las mujeres se mueven por el territorio, pedalean por las vías del Valle de Aburrá. Van de un lado a otro con sus bicicletas personalizadas, con sus cascos de colores, con sus vestidos de flores, con los uniformes de trabajo, con la pinta deportiva. Y aunque lo hacen con total soltura, piden más seguridad, mejores vías para transitar.
 
Las usuarias de bicicletas hablan de la seguridad que les brindan las ciclorrutas para poder realizar sus desplazamientos, ya que sienten que no tendrán accidentes con ningún otro medio de transporte motorizado y eso les brinda la tranquilidad que las impulsa a desplazarse.

Además, con la construcción de los 80 kilómetros estipulados en el plan de gestión del Área Metropolitana del Valle de Aburrá se busca que sean más las mujeres que usen su bicicleta para realizar sus viajes de trayectos cortos y medianos.

2. Es cómodo

​Van con sus vestidos, con sus tacones amarrados al bolso, con su casco bien puesto, con la sonrisa en el rostro. Las mujeres en su bicicleta le han demostrado al mundo que nada es impedimento para ellas, ni los estereotipos, ni los encasillamientos. Por eso muestran lo cómodas que se sienten y que son, viajando como mejor se sienten y como son en sus bicicletas.

La bicicleta permite una versatilidad en las prendas que se usan para desplazarse en ella, que permite que las mujeres puedan viajar en ella de la forma que quieran, con la ropa que quieran.

Por eso cada vez es más común encontrarse a mujeres con sus trajes formales desplazándose en bicicleta, o verlas de vestido pedaleando por el territorio. Son formas de demostrar que el medio de transporte no es impedimento para cambiar sus maneras de vestirse.

3. Disfruto del paisaje

​El Área Metropolitana del Valle de Aburrá cuenta con paisajes que se mezclan entre lo urbano y lo natural, paisajes que permiten disfrutar de la belleza del territorio, paisajes que inspiran. Las mujeres que se mueven en bicicleta aseguran que disfrutan mucho los paisajes que ofrecen los recorridos que realiza, eso les recarga la energía, les brinda alegría y las hace empoderarse aún más de su rol.

4. Hago deporte

​La bicicleta, al valerse del cuerpo humano para moverse, sirve para hacer deporte. Pero hoy, en esta era cuando pensamos el cuerpo como un símbolo de nuestro equilibrio y nuestra armonía, las mujeres han encontrado en la bici la manera pertinente para conservar su salud y su bienestar

Ellas demuestran con cada pedalazo que alcanzan lo que se proponen y que esa armonía la evidencian en cada momento.
 

5. Salgo con amigos

Lo mejor de la bicicleta es que puedes compartir la alegría, la armonía, el equilibrio y la salud con otras personas más y entender cómo cada persona entiende el territorio, lo disfruta y se empodera.
 
Las mujeres han entendido moverse en bicicleta como una manera de compartir con otras personas, por eso muchas veces se mueven en grupo para disfrutar juntos del viaje, para brindarse seguridad y para darse la oportunidad de detenerse en cualquier lugar.
 

6. Me siento libre

​A finales del siglo XIX e inicios del XX la bicicleta fue el símbolo de igualdad, unión y libertad que encontraron los grupos activistas para exaltar los derechos de las mujeres.

Hoy, sigue siendo una muestra de empoderamiento y libertad para quienes lo usan. Las mujeres, encuentran en desplazarse por el territorio en bicicleta una forma de mostrarse libres, independientes y poderosas.

Desde el Área Metropolitana del Valle de Aburrá queremos exaltarlas y llenarnos de orgullo en su día, conmemorando su libertad y su capacidad para lograr sus propósitos. ​​