- Expertos nacionales e internacionales discutieron con el equipo investigador del Área Metropolitana y de la Universidad Nacional, los posibles factores causantes del deterioro y muerte de los árboles urbanos.
- Durante los tres día del Simposio se concluyó que los principales causantes del deterioro del arbolado urbano son de carácter antrópico. Es decir, los de origen humano como el mal manejo y cuidado del árbol.
- El estrés hídrico y las altas temperaturas son factores que podrían influir indirectamente en el deterioro progresivo de los árboles pero no son su principal causante.
- Medidas como la formación, la educación temprana y fortalecimiento en la cultura frente al cuidado y manejo de los recursos ambientales, son las principales propuestas para enfrentar y prevenir este problema.
Un grupo de expertos nacionales e internacionales provenientes de Estados Unidos, México y Canadá, se dieron cita en el auditorio del Área Metropolitana del Valle de Aburrá durante tres días para discutir la problemáticas asociadas al árbol urbano, en el Simposio internacional Manejo integral del arbolado urbano: deterioro y muerte progresiva de árboles.
Siembras e intervenciones inadecuadas, vandalismo, descortezamiento y demás accionar de origen antrópico, son acciones que afectan la salud del arbolado urbano y fueron los factores más críticos concluidos por los expertos asistentes al Simposio organizado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Universidad Nacional.
Aspectos relacionados al cambio global como el clima y la calidad del aire, no tienen una incidencia directa en el deterioro de los árboles pero aumenta su vulnerabilidad al ataque de insectos y hongos que luego causan pudrición y aumentan el riesgo de volcamiento, amenazando la infraestructura e incluso las vidas de los transeúntes.
«Lo primero que hay que atacar son las plagas y enfermedades, por ello se deben identificar y tratar inmediatamente. El cambio climático es un factor secundario que se puede prever» indica Tomás Hernández Tejeda, Investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de México.
Otra conclusión, fruto de la discusión de los paneles realizados en el Simposio, está ligado al rol que cumple los ciudadanos, quienes disfrutan de los beneficios que ofrecen las zonas verdes. Mejorar la educación desde temprana edad, la formación de valores junto con la creación de espacios de formación pública para la comunidad en general con el apoyo de entidades como el Sena, en el cual se forme en prácticas saludables del manejo y cuidado del arbolado urbano, son algunas de las propuestas planteadas por los investigadores.
Resaltó el profesor de la Universidad de la Florida, Francisco J. Escobedo, que «el árbol es un proveedor de servicios, aire y sombra, pero hay que tratarlo adecuadamente para que cumpla esos beneficios. Al planear las ciudades hay que pensar en la “estructura verde”, planificar cómo se hace integración de la vegetación dentro del matiz urbano», concluyó Escobedo.
Replantear los espacios urbanos para lograr una distribución más equitativa entre los espacios verdes y las construcciones, incluso la compra de espacios privados o de engorde (rastrojo), destinados a la urbanización para que sean destinados a la creación de espacios ambientales, son algunas de las propuestas finales del certamen académico. Estas acciones deben ir acompañadas de ordenanzas municipales que limiten el número de habitantes por metro cuadro junto con su exigencia de espacio verde, complementó el Dr. Henrique Mayer del Departamento de Recursos Regulatorios y Económicos del Condado de Miami-Dade, Florida (USA).
Medidas preventivas como una selección de las especies adecuadas y que sean mayormente resistentes a cambios climáticos proyectados y al ataque de factores entomológicos (insectos) y fitopatológicos (hongos), encontrados en el estudio, son igualmente sugerencia dadas por el grupo investigador de la Universidad Nacional.
«No podemos seguir tomando medias inadecuadas porque esto es perder tiempo y dinero. Hay que hacer equipos de trabajo con expertos de diferentes disciplinas, convenios como el realizado entre el Área Metropolitana y la Universidad Nacional son necesarios para poder salir adelante», resaltó Tomás Hernández Tejeda.
