En 2025 ya no se hablará de los costos del auto eléctrico

Para José Fernando Isaza, líder del Programa de Movilidad Eléctrica de EPM, la tendencia de la movilidad eléctrica no tiene vuelta a atrás. Ya la gente está compenetrada con los impactos ambientales que tiene movilizarse de manera ineficiente.

De ahí que desde 2012, la empresa se ha convertido en un importante promotor y articulador de la movilidad eléctrica entre los diferentes actores. De ahí que los proveedores de los vehículos, los proveedores de los equipos de carga, las entidades que emiten normas, proveedores de seguros, clientes y empresas, entre otros, van de la mano con EPM para lograr un propósito fundamental: articular a los demás actores para que la movilidad eléctrica sea una realidad.


¿Cómo analiza el desarrollo actual de la movilidad eléctrica que ha promovido EPM en los últimos años?


​Nosotros venimos trabajando temas de movilidad sostenible con el gas natural hace 11 años. Esa es una oferta muy madura y contribuye en lo ambiental. En cuanto a lo eléctrico arrancamos en 2008 con unos estudios para buscar masificar esta tecnología en el Valle de Aburrá, Antioquia y el país.
Posteriormente hicimos otros estudios con la las universidades Eafit y Pontificia Bolivariana para conocer los impactos de la tecnología en las redes de energía eléctrica y para mirar el papel que EPM debía jugar ahí.

A partir de esos estudios tuvimos unas recomendaciones de hacer unos pilotos técnicos y eso nos dio unos indicios de que EPM era un jugador muy importante para esa masificación. Hubo un piloto que inició en 2012 y terminó en 2015. Y hace tres años, EPM tomó la decisión de denominase el promotor de la movilidad eléctrica. Eso quiere decir que somos la entidad llamada a convocar a los demás actores para que la movilidad eléctrica suceda. Entre esos actores articulamos a los proveedores de los vehículos, los proveedores de los equipos de carga, las entidades que emiten normas, proveedores de seguros, clientes y empresas, entre otros.
 
Ese es nuestro propósito fundamental: articular a los demás actores para que la movilidad eléctrica sea una realidad. Y EPM como el proveedor del servicio de energía eléctrica lo que ha hecho, con el ejemplo, que los demás actores pongan su granito de arena. Ese ejemplo se manifiesta en 19 estaciones de carga pública para solucionar el riesgo que pueden llegar a tener los compradores de vehículos eléctricos de que se van a quedar sin carga. De esas, 5 son de carga rápida y 14 de carga lenta. Tenemos la capacidad de atender unos 5.000 vehículos perfectamente y hoy en la ciudad tenemos 350 vehículos eléctricos rodando.
 
En cuanto a buses contamos con uno de ocho metros rodando para el servicio de EPM y se los facilitamos a los transportadores para que puedan conocerlo y familiarizarse con este tipo de tecnología. Tenemos un convenio y un bus eléctrico en las rutas de metroplús y traeremos a inicios de 2019 un padrón eléctrico para probar la tecnología. Hemos venido estructurando un proyecto muy ambicioso de taxis eléctricos para la ciudad que esperamos empiece a tener sus primeros frutos a finales de este año y promovemos normas y movilidad para bicicletas y motos. Además, en cuanto al transporte masivo tenemos un convenio con Metro de Medellín para promover soluciones masivas en otras ciudades donde EPM tiene influencia.

¿Las proyecciones de vehículos eléctricos que ruedan en la región se cumplen o es un número muy bajo el que hay actualmente?


Nosotros estamos superando la meta propuesta. Parecen cifras muy tímidas todavía hablar de 350 vehículos rodando en el Valle de Aburrá, pero cuando se ven los números y el crecimiento exponencial son tasas de crecimiento muy importante que lo que van a hacer en el mediano plazo tener una movilidad muy limpia. Nosotros tenemos unas metas a 2030 estimadas con cifras que dan un crecimiento, a pesar de que son 350 los que ruedan, estamos una ejecución del 150% de lo que estamos estimando. Vamos muy bien. Todas estas penetraciones de tecnología inicialmente son adquiridas por los vanguardistas, pero los costos van bajando y se hace más fácil para que más personas adquieran este tipo de tecnología.

¿Cómo hacer para que el uso de vehículos eléctricos particulares no sea una exclusividad de una élite?


La principal barrera para que los vehículos eléctricos se masifiquen rápido es el costo. Hoy uno puede valer casi dos veces lo que uno de combustible. Eso hasta hace unos cuatro años la relación podía ser de tres veces mayor.

Esa disminución de la brecha se ha dado por dos cosas. Una es porque la tecnología, por sí sola, pasa a reducir sus costos. Y lo otro, con lo que hemos liderado desde EPM, estos vehículos no tienen IVA, los aranceles los han bajado, en los eléctricos al 100% y si es híbrido al 5%. Algunas medidas de orden tributario que han permitido cerrar esa brecha. Pero muchos de los importadores de vehículos no se han decidido porque hay unos topes en el número de vehículos importados y por eso tienen temor de que se quiten los beneficios. Lo que estamos buscando es que, como en otras partes del mundo, cuando esos incentivos se dan, las producciones se incrementan y los costos disminuyen.
 
Esperamos que en 2025 el costo de un vehículo eléctrico sea igual al de un vehículo a combustión. Eso va a permitir que se masifiquen.

¿Cómo aprovechar ese boom mundial de movilizarse en bicicletas y motos eléctricas en un territorio como el Valle de Aburrá?


Esta tendencia es una realidad. Eso no tiene vuelta a atrás. No es una moda. Ya la gente está compenetrada con los impactos ambientales que tiene movilizarse de manera ineficiente. Y con las nuevas generaciones está más presente esto. Incluso, yo pienso que esa movilización en dos ruedas se puede hacer muy fuerte en la última milla. El transporte más eficiente y limpio es el transporte público eléctrico. Medellín y su área metropolitana van bien. Su metro se ha articulado con otros medios como los cables, tranvía, metroplús y los buses. Eso es muy bueno.

En los otros segmentos de mercado de cuatro ruedas como paqueteo, particulares, transporte de personal y demás la evolución es hacia el vehículo eléctrico que va a entrar a sustituir al de combustión fuertemente. En 2040, en el mundo, más del 55% de los vehículos que se vendan en el mundo van a ser de tecnología eléctrica.