El primer paso fue definir una estrategia de seguridad y convivencia metropolitana que se aprobó en la Junta, cuando no estaba yo ejerciendo este cargo de Subdirector en el Área. Una vez asumí el cargo, por decisión de los 10 alcaldes, la tarea era continuar con todo el trabajo acumulado, revisar avances y retos, y afianzar la hoja de ruta trazada. El mandato ha sido claro: articular, coordinar y concertar con los alcaldes los objetivos definidos en el Plan de Seguridad y Convivencia Ciudadana Metropolitana, que es el primer del país. Este Plan es el resultado de los planes locales de seguridad que cada alcalde definió en su territorio. Es una mirada local con visión global para el Valle de Aburrá, porque los fenómenos de delincuencia y criminalidad no tienen fronteras.

 

El Plan tiene tres líneas: una de tecnología (cámaras), otra de proyectos (abierta) y una más de transferencia de conocimiento, que es básicamente el entrenamiento y la capacidad que deben tener todos los actores del territorio que tienen que ver con la seguridad y la convivencia. Ahí no sólo están los Secretarios de Seguridad y los comandantes de Policía, sino los demás funcionarios comprometidos en temas de convivencia, secretarías de familia, secretarios de Gobierno, grupos de apoyo y ciudadanía. Son grupos interdisciplinarios, pero con el Área como un articular de las iniciativas que se definen dentro de cada municipio. Es así como venimos desarrollando varios diplomados, entre otros, de Entornos Protectores en colegios públicos de los 10 municipios. Ya se hizo otro con grupos de redes sociales y Envigado ha sido uno de los municipios que mejor ha venido aplicando ese conocimiento.

 

Sí. El apoyo que se está dando a los municipios en torno a la tecnología de cámaras de alta definición e identificación facial y de placas vehiculares obliga a disponer de la infraestructura necesaria para gestionar la información que se produce. Envigado ha hecho un trabajo extraordinario, pero también lo están haciendo los demás territorios en la medida de sus capacidades. Lo que es cierto es que Envigado ha puesto en el centro el tema de la seguridad y el alcalde ha sido un líder en esa estrategia. El Centro de Monitoreo es un ejemplo para todos.

 

Por supuesto. Poder articular significa que no sólo se da, sino que también se recibe. En el caso de Envigado, el equipo de seguridad y convivencia ha venido desarrollando una plataforma muy robusta con una serie de programas y actividades de seguridad y de convivencia que ha puesto al servicio de los demás municipios para que la puedan utilizar.

 

No sólo a eso. Son muchas acciones, pero casi todas tienen un componente de participación ciudadana muy potente que no sólo ayuda a la seguridad, sino que fortalece la confianza con las instituciones y eso redunda en la operatividad de la Policía y las demás.