La mirada sistémica que hacemos de los “Territorios Integrados” del Valle de Aburrá pasa por el compromiso de todos los actores con la calidad educativa.

El trabajo de articulación que hemos desatado en todo el territorio metropolitano tiene en la educación un objetivo fundamental: lograr la equidad humana y territorial de los 10 municipios del Valle de Aburrá.

El proceso de acompañamiento que el Área Metropolitana está haciendo en los territorios integrados, de la mano del Ministerio de Educación, de la Gobernación de Antioquia, de Medellín como ciudad núcleo, y de los demás mandatarios locales, ha permitido consolidar el proyecto de infraestructura educativa más ambicioso y completo del país.

Estamos en la ejecución de obras en más de 25 colegios de calidad y adelantamos la fase de licenciamiento de otras 11 estructuras educativas, con el fin de poner al servicio de la Jornada Única 36 nuevas instalaciones en los 10 municipios del Área Metropolitana.

La inversión, que proviene de recursos del Gobierno nacional, de los municipios y del Área Metropolitana, asciende a más de 215 mil millones de pesos y beneficiará a más de 40 mil estudiantes de primaria y básica secundaria. Son más de 120 mil metros cuadrados de nuevas instalaciones en cerca de 635 aulas nuevas.

Semejante esfuerzo común ha sido posible, entre otras cosas, por el liderazgo del Alcalde de Medellín, la voluntad y compromiso de los demás mandatarios locales, el acompañamiento del Ministerio de Educación y la capacidad del Área y del Fondo Financiero para la Infraestructura Educativa (FFIE), que entendimos que los esquemas asociativos territoriales, como en el caso del Área Metropolitana, son un instrumento fundamental en la articulación de la planificación de los territorios y un camino seguro en la puesta en marcha de programas y proyectos de alcance regional.

La Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial que aprobó el Congreso en 2011 es una ley de mínimos, pero contiene instrumentos de gestión de los territorios asociados, llámense áreas, provincias o regiones de planificación, que permiten tramitar juntos proyectos y programas que no podrían ser viables si se tramitan de forma individual y bajo los intereses de cada territorio.

El Plan Nacional de Desarrollo, en el artículo 180, dentro del Programa de Competencias Diferenciadas,  entrega a los esquemas asociativos territoriales “aquellas competencias y funciones de nivel nacional en políticas y estrategias con impacto territorial tendientes al cierre de brechas socioeconómicas, intra e interregionales que promuevan la convergencia regional”.

Bajo esa figura de Competencias Diferenciadas es que el Área Metropolitana, con el liderazgo de sus miembros, logró que el Gobierno nacional aprobara la creación de un Fondo Financiero para la Infraestructura Educativa, que se asemeja a una fiducia, para administrar allí los recursos destinados para la construcción de los 36 colegios de calidad en el Valle de Aburrá. El Gobierno Central aporta el 70 por ciento de los 215 mil millones comprometidos, mientras el Área y los Municipios el restante 30 por ciento.

Los esfuerzos fiscales y financieros de los 10 municipios y del Área han sido enormes y el compromiso del Ministerio de Educación debe mantenerse firme para poder sacar adelante una apuesta tan importante y trascendental por la calidad de la educación en los territorios integrados. Esperamos que esos compromisos se mantengan y se agilicen los procesos administrativos que sean necesarios para hacer realidad un sueño colectivo del Valle de Aburrá.

La apuesta por la educación es una apuesta por la equidad humana y territorial. Es un compromiso ético con la paz y la convivencia, pues será la educación el eje de transformación social que necesita Colombia para superar las desigualdades, la violencia y la exclusión.

Estamos trabajando unidos por la paz territorial. Creamos un Consejo Metropolitano de Educación, al que acuden todos los actores del territorio, y estamos seguros que la capacidad instalada que estamos construyendo hará posible que los municipios del Valle de Aburrá que no están certificados, lo consigan; y los que sí lo están, mejoren cada día más su apuesta por la educación. Ese es el camino para soñar juntos un mejor país.​