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Proteger los ecosistemas es una gran necesidad  

 
Expertos locales, nacionales e internacionales coinciden en afirmar que es de vital importancia conservar la biodiversidad en  áreas urbanas. También afirman que, como viene sucediendo en el territorio metropolitano, las acciones emprendidas sean se corto, mediano y largo plazo para que se vuelvan políticas públicas y tengan continuidad. Solo así se podrá garantizar un medioambiente sano para los habitantes. En el caso del Valle de Aburrá, las áreas protegidas son una respuesta.


Como un evento paralelo y en el contexto de la Sexta Sesión Plenaria de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes) se realizó en el Jardín Botánico de Medellín el foro sobre Área Protegidas en el que diferentes expertos locales, nacionales y del exterior compartieron sus experiencias de trabajo y analizaron la situación de los ecosistemas y las áreas protegidas en el Valle de Aburrá y en el país.

En el certamen, Eugenio Prieto Soto, director del Área Metropolitana destacó el trabajo que se viene haciendo en el territorio para sumar más ecosistemas y lograr una mejor calidad de vida de los habitantes teniendo en cuenta que el crecimiento excesivo de la ciudad núcleo y sus municipios aledaños se ha realizado históricamente sin la planeación deseada.

“Estamos haciendo esfuerzos importantes. Debemos decir que el Valle de Aburrá es de los primeros territorios urbanos de Colombia que viene haciendo declaratorias de áreas protegidas urbanas. Acá tenemos, entre otros, El Volador, La Asomadera, el Nutibara, y Piamone. Estamos trabajando con Corantioquia, el Ministerio de Medio Ambiente y el Instituto Von Humboldt lograr la declaratoria de área protegida de otros espacios como el Pandeazúcar y el cerro Quitasol. Lo más importante es que estos lugares se conviertan en espacios de apropiación de la ciudadanía”, dijo Prieto Soto.

Durante las intervenciones se destacó el trabajo que se viene realizando en el Valle de Aburrá y que todos los esfuerzos que se hagan por mantener esos ecosistemas son bienvenidos porque, de una u otra manera, esas iniciativas benefician tangencialmente y transversalmente benefician a otros pobladores en diferentes lugares del mundo.

“Es muy importante que el diálogo sobre biodiversidad se expanda a muchos escenarios. La pregunta es qué pasa si seguimos contaminando o expandiendo el área construida sin control. Es importante pensar en los problemas y cómo están siendo afrontados en Medellín y su área metropolitana con la calidad del aire y que eso se vea reflejado en acciones”, afirmó Brigitte Baptiste, directora del Instituto Alexander Von Humboldt.
Prieto Soto destacó, además, que estos procesos en el territorio se están trabajando como acciones de corto, mediano y largo plazo. Y, lo más importante, que se conviertan en políticas públicas.


OPINION

David Maddox
Fundador de The Nature of Cities

La población de las ciudades tiene varias necesidades fundamentales, pero hay objetivos que necesitamos impulsar como la resiliencia, la sostenibilidad, la habitabilidad y la justicia. ¿Pero cómo impulsarlas? Una manera esencial es la creación de áreas verdes. Los espacios verdes hacen la vida más cómoda y son importantes para tener una mezcla de espacios para los pobladores. Estos son lugares para la biodiversidad.
No es necesario que haya grandes extensiones de parques. También sirven pequeños espacios verdes que se interconecten. Como el parque de la esquina. Las personas para tener un buen vivir en su vecindario necesitan estar cerca del verde y hacer su estadía más amable.
Hay una idea que se llama biofilia, que desarrolla la conexión con la naturaleza. Eso se necesita cada día. En ciudades que quieren crear más espacio verde la solución es buscar la oportunidad de parques lineales. Eso está comprobado que funciona. Es la oportunidad de crear pequeños espacios de biodiversidad.


Brigitte Baptiste
Directora del Instituto Alexander Von Humboldt

El trabajo realizado en Medellín y el Valle de Aburrá para proteger ecosistemas lo veo con muy buenos ojos. Reconozco que se trata de un conjunto de experiencias muy innovadoras en la gestión del espacio urbano. Realmente se está construyendo una visión metropolitana de lo escosistémico. Eso permite agregar soluciones locales e integrar las escalas más locales con las más nacionales o internacionales. Este es uno de los vacíos que tenía la gestión de biodiversidad y todos expertos sugieren abordar con urgencia. Porque no sabemos que si los pequeños esfuerzos que se hacen localmente contribuyen a la protección de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos mundiales.
Hay otro aspecto que vale la pena resaltar es la cultura ciudadana. La gente dejó a un lado temas que consideraba complementarios en su bienestar. Ahí se vuelve importante ese componente importante que se les había olvidado y en ese sentido se hace importante recomponer esos vacíos de planeación en las ciudades que no es tan fácil. Hay que empezar a revertir la tendencia de endurecimiento de la ciudad y procurar por más verde.


Eduardo Guerrero
Asesor del Grupo de Gestión Ambiental Urbana de Minambiente

Desde el Ministerio de Ambiente vemos con mucho agrado y mucha atención el proceso que se viene trabajando en el Valle de Aburrá por el Área Metropolitana. Además e una estructura ecológica ambiental urbana, están aplicando las mejores prácticas conocidas en Colombia y en el mundo que apuntan a generar conectividad en la estructura ecológica, desde la maceta del apartamento hasta el humedal El Trianón u otra zona protegida.
Todos los elementos de la ciudad tienen un enorme valor en materia de biodiversidad. En este territorio vemos un gran ejemplo de cómo se debe planificar la biodiversidad urbana. Es complejo porque hay que armonizar con diferentes sectores, pero lo están haciendo muy bien.
Una de las claves es la continuidad en los procesos. Ese también es el desafío. Hay que dejar instrumentos que trasciendan las administraciones Esta no puede ser una apuesta individual. Debe seguir en el tiempo y perfeccionarse.   


Wilson Ramírez
Coordinador del Programa de Gestión Territorial del Instituto Alexander Von Humboldt

Las áreas protegidas son de todos y para todos. Puede que en algún momento sean declaradas por alguna corporación o en este caso por el Área Metropolitana, pero la administración y el cuidado recae en todos los ciudadanos.
El día de mañana, en una ciudad creciente, las últimas oportunidades de conservación de biodiversidad y de fuentes de servicios claves para la comunidad van a estar en esas declaratorias. Así que si no empezamos ya mismo entender que forman parte del día a día del ser urbano y ciudadano de una urbe corremos un riesgo.
Lo que se trata, mas que copiar, es mirar, entender y adaptar. Y una vez se hace eso ser lo más incluyente posible en el diseño de esas áreas protegidas. Cuando digo incluyente es que haya una multiplicidad de disciplinas trabajando para tal fin y no sea esta una tarea solo de ecólogos.