El 22 de abril se celebra mundialmente el Día de la Tierra y es nuestro deber como habitantes de este planeta hacer un repaso por todo lo que hemos hecho por nuestro hogar en el último año. Es la única forma de hacer consciente algo que debe ser inherente a las acciones de todos los días de nuestras vidas y de considerar si ha sido suficiente o es necesario dar un empujón más grande el año que viene.

Por esta razón, desde el Área Metropolitana del Valle del Aburrá revisamos nuestros registros para contarte qué tanto hemos trabajado en materia ambiental durante el 2017 y hasta el 15 de abril de 2018, porque tenemos claro que nuestro más grande legado para las generaciones por venir, es un planeta en el que puedan vivir en equilibrio con su entorno. Comencemos:

​En cuanto a calidad del aire, en los 10 municipios, tenemos 20 estaciones automáticas que monitorean el contaminante PM2.5 en el Valle de Aburrá, los siete días de la semana. Además, contamos con 21 puestos de control de emisiones de gases vehiculares en todo el valle, en los que se han realizado 111.245 mediciones de gases a vehículos. También se han realizado 1.805 visitas de control a 53 Centros de Diagnóstico Automotor para verificar la prueba de emisión de gases. Asimismo, se han hecho 878 visitas de control y seguimiento de emisiones a industrias, y se han instalado 250 nuevos sensores en hogares y oficinas, que miden la cantidad de material particulado en el entorno.

Al ser un compromiso de todos, se dio origen al Plan Integral de Gestión de la Calidad del Aire del Valle de Aburrá -PIGECA-  que surgió como principal mecanismo para reducir los niveles de contaminación y mejorar la calidad del aire que respiramos en los 10 municipios a corto, mediano y largo plazo. Este plan de trabajo, diseñado para operar hasta el 2030, incluye el Protocolo Operacional para Enfrentar Episodios Críticos de Contaminación Atmosférica -POECCA-, que ha permitido declarar los estados de prevención que sustentan las medidas tomadas: pico y placa ambiental para carros particulares y motos, y la restricción para la circulación de camiones y volquetas en periódos críticos para reducir los contaminantes en el corto plazo.

​En materia hídrica, desde RedRío (Red de Monitoreo Ambiental en la Cuenca Hidrográfica del Río Aburrá-Medellín), programa del Área Metropolitana del Valle de Aburrá que se ejecuta en convenio con la Universidad de Antioquia, se hace seguimiento a la cantidad y calidad del agua del río Aburrá-Medellín, distribuyendo 108 estaciones y puntos de monitoreo en el río, sus principales quebradas afluentes y las aguas subterráneas del valle; un monitoreo constante que le permite al Área Metropolitana del Valle de Aburrá, realizar una gestión integral del recurso hídrico, en cuanto a su ordenamiento, protección, planeación y restauración. De manera complementaria, el Plan Quebradas busca la recuperación integral de 19 microcuencas priorizadas en los 10 municipios del territorio metropolitano y que hacen parte de la cuenca hidrográfica del río Aburrá-Medellín.

Desde el apartado de arbolado, se han sembrado 492.408 árboles en el territorio metropolitano por intermedio del Plan Siembra distribuidos de la siguiente forma: 175.845 en la zona Aburrá norte, 263.752 en la zona centro y 52.811 en la zona Aburrá sur. Además, el BanCO2 Metropolitano ha caracterizado 1.014 propietarios en ecosistemas estratégicos de toda la región metropolitana, cuyos predios representan un área potencial de conservación de 1.866,65 hectáreas en bosques nativos que equivalen a 2.259 veces el estadio Atanasio Girardot. La tarea la hacemos sin descanso, nuestras brigadas recorren a diario el territorio, vigilando el estado de salud de los árboles y sembrando en cada pequeño espacio que encuentran. Hasta ahora se han realizado 320 podas, 27 dendrocirugías (¡sí, intervenciones para salvar la vida de los árboles!) y se han encontrado 1.309 espacios posibles de siembra, en algunos de los cuales ya se han sembrado 599 nuevos vecinos que nos brindarán aire puro, sombra y paisaje a nosotros y nuestras futuras generaciones.

​Desde Consumo Sostenible, la estrategia de sensibilización denominada Medite en el Consumo ha recorrido más de 220 empresas e instituciones educativas en las que se trabaja el manejo integral de los residuos sólidos, la gestión de los recursos hídricos y energéticos,  dando a conocer hábitos responsables con el medio ambiente.

También se apoyaron 150 sistemas de aprovechamiento de residuos orgánicos (100 existentes y 50 nuevos), donde se lograron aprovechar 375 toneladas de residuos orgánicos y se generaron 138 toneladas de compost. Se realizaron además, 10 jornadas para fortalecer la estrategia post-consumo de residuos (una en cada municipio que conforma la región metropolitana), donde se capacitaron 2.440 personas y se recolectaron 2.795,6 kilos de este tipo de residuos.

La estrategia Muévete del Área Metropolitana del Valle de Aburrá promueve caminar, usar la bicicleta y el transporte público para que todos lleguemos a tiempo a nuestro destino, reducir el número de lesiones y muertes asociadas a la movilidad, promover comportamientos más amables en la vía y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos metropolitanos, al usar medios cero contaminación. Con EnCicla se espera expandir el mejor sistema de bicicletas públicas gratuitas de Colombia a los municipios de Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas con 150 estaciones (incluyendo las 53 actuales) al terminar el 2019. Además, Itagüí y el corredor ecológico La Picacha son los primeros  beneficiados de los 80 nuevos kilómetros de ciclorrutas y senderos peatonales que construiremos en todo el territorio, con vías más seguras que dan prioridad al peatón y al ciclista. Por último, hemos instalado 63 de los 300 ciclo-parqueaderos que instalaremos en total en los 10 municipios del Valle de Aburrá, asegurando lugares dignos de parqueo para los usuarios de la bicicleta.

En general, el 2017 fue un muy buen año para el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, sin embargo, no nos conformamos y esperamos superar, con tu ayuda, nuestras expectativas este 2018. Estamos viviendo un momento de transición en el que en todo el mundo se evidencian los efectos del cambio climático, pero la solución está, también, cada vez más definida: con el trabajo conjunto de cada región, como en nuestro Valle de Aburrá, podemos aclarar el panorama. Escuchemos la voz de nuestro planeta para entender el valor de la vida y la naturaleza, ya que en palabras de Bernie Krause “se acerca el momento en que tendremos que dar testimonio mientras los espíritus de las criaturas regresan para una última cacería”.

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