Unidad de Emergencias Ambientales: una labor sin pausa por un #FuturoSostenible
De lunes a domingo, durante las 24 horas del día, está habilitada la línea de la Unidad de Emergencias Ambientales del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Ya son más de 10 años velando por el cuidado ambiental con una atención oportuna. Conoce su evolución a través de sus protagonistas.
Talas, podas y vertimientos de sustancias contaminantes al río Aburrá-Medellín son algunos de los daños que distintos actores le han venido haciendo al ecosistema urbano del Valle de Aburrá. Desde el 2011, la situación se ha venido haciendo aún más visible debido a las denuncias que los habitantes metropolitanos han compartido en redes sociales y a través de los canales que la Entidad ha habilitado para ello.
En ese año la demanda de atención empezó a crecer tanto que se hizo necesario pensar en una estrategia más robusta paralela a los radicados oficiales o a la atención por correo electrónico, fue entonces cuando desde la Unidad de Gestión del Riesgo, la líder Luz Jeannette Mejía y la colaboradora Diana Castro, idearon y pusieron en marcha la Unidad de Emergencias Ambientales, que inició siendo operada por la Universidad Eafit.
“Era sobre todo pensando en una respuesta efectiva porque muchas de estas situaciones se presentaban sobre todo en la noche. Estos actores veían que en ese momento no había personal de la autoridad ambiental disponible, debido a que el horario de oficina es muy específico, así que por ejemplo, a altas horas de la noche hacían emisiones que afectaban la calidad del aire o vertimientos químicos al río...”, recuerda la geóloga Mejía.
El año siguiente, cuando se publicó la Ley 1523 de 2012, la Unidad de Emergencias Ambientales salió de la Unidad de Gestión del Riesgo y pasó a ser supervisada por la Unidad de Control y Vigilancia de la Entidad. “Esta política pública dice que, para la respuesta a las emergencias de origen natural, deben ser directamente a través de las oficinas de gestión del riesgo, pero todo lo demás que tiene que ver con los procesos de control y vigilancia debían ser atendidos a través de esa unidad, con el fin de cumplir el papel del ejercicio de la autoridad ambiental urbana”, agrega la líder Mejía.
La llegada de este equipo a la Unidad de Control y Vigilancia, significó para su líder, Ana Cecilia Arbeláez, "la oportunidad de una mejor atención a nuestros usuarios que presentan denuncias ambientales, teniendo en cuenta que la UEA trabaja 24/7 y permite una respuesta más rápida para prevenir que sigan atentando contra los recursos naturales, así como recopilar información oportuna del presunto infractor cuando ya se han presentado afectaciones al medio ambiente".
Foto: Equipo que conforma la Unidad de Emergencias Ambientales del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
La ampliación del equipo
Según recuerda la líder Mejía, el equipo inicial de la Unidad de Emergencias Ambientales lo conformaban ocho personas y una coordinadora que trabajaba por turnos, la forma en la que se transportaban era mediante un vehículo, que con el paso de los años empezó a dificultar los desplazamientos, fue entonces, cuando se definió como medio de transporte el uso de motos, con el fin de que los ingenieros pudieran llegar más rápido al lugar de las emergencias.
“Creo que ese paso de la Unidad de Gestión del Riesgo a la Unidad de Control y Vigilancia fue muy valioso porque allí no solo hay un soporte técnico para la atención de las emergencias, sino también uno jurídico detrás de las actuaciones, como parte del ejercicio como autoridad ambiental. Esto hizo que de verdad tuviéramos mayor presencia en el territorio y por lo tanto la comunidad empezara a hacer las denuncias con mayor rigurosidad”, destaca la líder Mejía.
Una vez se dio esta transición, el proceso lo empezó a liderar la profesional universitaria Doris Marín Aguilar, desde finales de agosto de 2013. El objetivo seguía intacto: atender emergencias que no logra asumir los profesionales de planta de la Entidad. Por eso, el equipo ha ido creciendo a la par que la demanda, actualmente el equipo lo conforman 25 personas, entre ellas una directora, dos coordinadores, uno para el componente de flora y otro ambiental, e ingenieros ambientales, forestales o sanitarios que están en campo.
Así como con una profesional social que siempre acompaña a los profesionales técnicos, ya que se presentan muchos casos en los que hay problemáticas entre la comunidad y las empresas. También, hay otra persona que es quien contesta todas las llamadas que entran a la línea, teniendo esa como su única función 24/7; ella evalúa si la solicitud que llega tiene que ver con lo que atiende la Entidad o no, y en caso de que no, la direcciona a los organismos competentes.
“Ya no salimos en el carro, sino en tripulaciones en moto, y en cada moto siempre va como una pareja del mismo tema, es decir, dos ambientales y dos forestales. A veces va una pareja mixta por si hay que atender casos que involucren diversos componentes, y la idea es que vayan siempre de a dos para compartir las tareas de las atenciones”, agrega la profesional Marín.
La mayoría de los profesionales que hoy hacen parte de la UEA han tenido la oportunidad de continuar con el paso de los años, lo que les ha permitido desarrollar una experticia específica para aplicar no solo sus conocimientos profesionales, sino también en la normativa ambiental y en la celeridad para la atención, así como una capacidad pedagógica para orientar a los ciudadanos según los casos que se presentan.
¿Qué atiende la Unidad de Emergencias Ambientales?
La UEA atiende emergencias ambientales relacionadas con el agua, aire, suelo y flora. Según su supervisora, el 70% de las solicitudes que llegan están asociadas con el componente forestal, por eso, la mayoría de los ingenieros que la componen son de esta área.
“El volumen de trabajo es superior ahora. Al año estamos atendiendo entre 8 mil y 9 mil solicitudes. La idea es que nunca le falte a la Entidad esta Unidad de Emergencias Ambientales porque el volumen es demasiado y sin ella no daríamos abasto. Contar con este equipo nos permite una mayor cobertura a las demandas de la ciudadanía. Aunque también hay que tener en cuenta que una reacción inmediata para cada caso sería lo ideal, pero detrás de este proceso hay un equipo humano, y vamos atendiendo según la prioridad que amerite cada caso, por eso la paciencia por parte de la ciudadanía también es clave para una adecuada atención”, detalla la profesional universitaria Maria Camila Urrego, quien apoya la supervisión de la UEA desde el componente forestal.
La Unidad de Emergencias Ambientales es la primera de su tipo en el país y por los canales de atención que ha desarrollado han recibido incluso llamadas desde otros departamentos, lo que denota, según los profesionales, la necesidad de que esta experiencia sea replicada en todas las autoridades ambientales del país.
Actualmente, estas son los tipos de emergencias que atiende la Unidad:
Emisión de humo negro o muy denso proveniente de fuentes fijas (fábricas, industrias y empresas con hornos, chimeneas o similares).
Vertimientos con color o espuma en las quebradas o el Río Aburrá - Medellín.
Tala y poda de árboles, presuntamente sin permiso.
Árboles en peligro inminente de caída o volcamiento.
Afectación por emisión de olores.
Afectación por ruido industrial o empresarial. (Las quejas por ruido generado dentro de las viviendas son atendidas por las Secretarías de Salud de cada municipio, y las de ruido proveniente de establecimientos de comercio como bares y discotecas son atendidas por las Secretarías de Gobierno o similares a través de las Inspecciones de Policía).
Operativos para el control de tráfico ilegal de flora.
Ocupación inadecuada del cauce de las quebradas o del Río Aburrá - Medellín.
Tú como ciudadano metropolitano también puedes ser parte de la construcción de un #FuturoSostenible, si observas algunos de estos casos puedes comunicarte a:
El liderazgo que mueve a la UEA
Marbis Pinzón Torres, ingeniera forestal con especialización en Derecho del Medio Ambiente es actualmente la directora técnica de la Unidad de Emergencias Ambientales, asumió este cargo desde febrero de 2021. Pero, su relación con la UEA viene desde tiempo atrás, cuando inició como tecnóloga y vivió las vicisitudes que traen consigo el trabajo de campo, el relacionamiento con diversas comunidades y la inmediatez que implica estas atenciones.
“Ingresé a la Unidad de Emergencias Ambientales el 28 de diciembre del 2016, inicié como tecnóloga forestal. Me di la oportunidad de comenzar desde la base y aprender, y por bendiciones de Dios, así lo veo yo, fui escalando, entonces, después, pasé a ser contratada como ingeniera profesional, luego como coordinadora, y finalmente el 3 de febrero de 2021, como ves soy como muy buena para las fechas, se da la oportunidad de ser directora. Todo este camino recorrido me dio la oportunidad de estar en campo, de conocer todas las facetas. Yo sé qué se siente desde la parte profesional y personal en cada uno de los cargos que tiene la unidad”, resalta la profesional Pinzón.
Para la directora de la UEA lo que mueve sus acciones es el amor por el liderazgo, por acompañar el proceso desde múltiples facetas basada en su experiencia, y en los aprendizajes que ha adquirido por parte de las supervisoras Doris y Maria Camila, así como de la líder Ana Cecilia Arbeláez de la Unidad de Control y Vigilancia.
“Siempre he tenido este sentido de pertenencia con la Unidad de Emergencias Ambientales de portar el logo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Y procuro transmitirle al equipo todo lo que he ido aprendiendo, no solo en lo profesional sino en lo personal. Eso es la unidad de emergencias ambientales, ha sido un reto en el que entre todos podemos apoyarnos, crecer y velar por los recursos naturales del ecosistema urbano metropolitano”, destacó la profesional Pinzón.
Foto: Equipo que conforma la Unidad de Emergencias Ambientales del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Estar pendiente del celular a cualquier hora del día y de la semana es una de las características de este cargo, no solo para su directora sino también para su equipo, ya que si se presenta alguna emergencia deben coordinar entre si para que su atención logre ser lo más oportuna posible.
“Un viernes Santo hablando o un domigo se pueden presentar emergencias a cualquier hora y uno tiene que estar ahí… Entonces hay días en los que claro la mente se satura. Yo no voy a decir que no, pero con esa misma energía trato de hacer las cosas, de que todo funcione y de poder dar resultados. Esa es como esa adrenalina que a mí me mueve, y es la que trato de transmitirle al equipo de trabajo, pero también los entiendo, somos seres humanos y también nos agotamos”, agregó por último Pinzón.
Con la pasión que mueve a este equipo es que buscamos que tanto la ciudadanía, como el sector público, privado y la academia, desde su relación diaria con el ecosistema urbano metropolitano, contribuyamos, no solo denunciando casos que perjudiquen el medio ambiente sino también, mediante la transformación de hábitos que pueden ir deteriorando la biodiversidad de nuestra región, solo así es como nace un #FuturoSostenible.
