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Gestión de árboles en riesgo en el Valle de Aburrá: entre cohabitar con ellos y salvaguardar vidas 


El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, mediante un riguroso estudio de los casos reportados por la ciudadanía, asociados con árboles en riesgo en la zona urbana, adelanta acciones educativas y de control y vigilancia, con el fin de promover un bienestar ambiental y humano que permita impulsar un #FuturoSostenible.  

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¡Los árboles son seres vivos!, tienen su propio ciclo de vida, también se enferman, se reproducen, se alimentan, mudan sus hojas y sienten, y aunque muchos de ellos acompañen muchas generaciones, también mueren. Por eso, aprender a cohabitar con ellos, en la zona urbana del Valle de Aburrá, es fundamental para salvaguardar su vida y la nuestra como sus vecinos. ​

No hay nada mejor que salir a caminar a los sectores públicos de la ciudad y disfrutar de su sombra, del oxígeno que liberan al ambiente, y observar cómo la fauna silvestre de la región hace de ellos su hogar. Pero, a todas estas ¿cómo es el funcionamiento interno de los árboles?

Pues bien, para que un árbol pueda crecer, liberar oxígeno al ambiente y mantenerse firme en el suelo, suceden unos procesos bio​​lógicos complejos en su interior. Aquí te compartimos un recorrido general de sus partes y las funciones de cada una, explora el siguiente interactivo:
 


¿Qué son los árboles en riesgo? 

Luego de conocer el funcionamiento interno de los árboles, vale la pena adentrarnos en por qué convivir con ellos en la zona urbana implica hablar, además de sus beneficios ecosistémicos, de árboles en riesgo.  

Esta es una categoría que se le da los árboles que, según el ingeniero forestal del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Elkin Jaramillo Gallego, “son aquellos individuos arbóreos, que no tienen un buen estado de salud, que no están sanos, que presentan deficiencias tanto en su sistema de raíz, en el tallo, en la copa o en sus ramas. No siempre sus características implican talarlos, lo que se puede hacer es realizar algún tipo de intervenciones o tratamientos para tratar de conservarlos el mayor tiempo posible, en pie. En síntesis, un árbol en riesgo es aquel que presenta unas características que en algún momento dado pueden ocasionar una afectación a las personas o a los bienes, o se da también, cuando los árboles sufren o podrían estar expuestos a ser dañados o talados intencionalmente, y sin permiso, por parte de algunos habitantes”. 

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El ingeniero Jaramillo durante una visita de campo.  Foto: archivo AMVA. 


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Si en tu caso, quieres solicitar la intervención de árboles, palmas o arbustos deben ser radicados ante la entidad en la taquilla de Atención al Ciudadano, ubicada en la carrera 53 # 40 A 31. También será atendida por la Línea de Atención al Ciudadano Metropolitano: 385 6000, extensión 127 o a través del correo electrónico: atencionausuario@metropol.gov.co  

Recuerda: que la intervención de árboles y palmas sin el debido permiso, se traduce a una infracción ambiental, la cual puede acarrear multas hasta por un valor de cinco mil salarios mínimos mensuales legales vigentes, según la Ley 1333 de 2009. 

 

Curar para no talar 

La articulación institucional es fundamental para la atención oportuna y adecuada de los árboles en riesgo. Por ejemplo, en casos en los que los árboles pueden ser intervenidos para  curar algunas heridas causadas por acciones humanas o por parásitos, el Área Metropolitana junto al Jardín Botánico y a las secretarías de medio ambiente de los 10 municipios,  logran hacer intervenciones que buscan su curación para mantenerlos en pie más tiempo. 

“Si usted le hace un cariñito al árbol puede evitar su descomposición y pudrición, y puede aumentar la longevidad de los árboles. El árbol tiene algo que se llama la capacidad de compartimentar, es lo que llamamos nosotros, un callo o la cicatrización. Entonces, cuando uno le facilita eso, él empieza a cicatrizar bien, al punto que cierra la herida. Y así como nosotros, cuando tenemos una herida, uno la cura y la tapa, porque si la dejamos abierta es susceptible a que por ahí nos puedan llegar infecciones, y eso mismo le pasa a los árboles. No hay que olvidar que el árbol es un ser vivo”, explica el ingeniero forestal, John Geyver Herrán Varón, quien lleva 10 años en la Entidad y ha impulsado otros procesos como la conformación del equipo de gestión del riesgo asociado a la biodiversidad.

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Ingeniero John Geyver Herrán Varón, durante un trabajo de campo. 


La participación de las comunidades 

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá recibe anualmente alrededor de 8 mil solicitudes de atención de árboles en riesgo, y la mayoría son reportados por la ciudadanía, por ello su participación y conocimiento de las acciones son fundamentales, así como los ejercicios pedagógicos y de sensibilización dirigidos a ella. 

Por ello, es que desde el 2016, la Entidad, integró a sus procesos de control y vigilancia, un componente social que ha sido fundamental para evitar y solucionar posibles conflictos ambientales asociados al recurso forestal de la zona urbana de los 10 municipios del Valle de Aburrá, con el fin de garantizar y dar respuesta oportuna a los derechos de la ciudadanía, pero también para mediar en la solución de diferentes problemáticas que puedan presentarse. 

“Este componente busca, sobre todo, informar y socializar con la comunidad las acciones que se realizarán en la zona. Cuando hay árboles en riesgo, lo que se busca es preservar la vida de los transeúntes, mascotas o bienes, y no se puede desconocer el componente técnico que respalda las desiciones posteriores. Así que cuando hay casos en los que algunas personas no permiten talar un árbol que está en condición de alto riesgo, por su deterioro fitosanitario y/o estructural, y con un potencial alto de afectación  a la comunidad y/o a los bienes materiales, es necesario hacer un ejercicio pedagógico de sensibilización, que sin desconocer la participación ciudadana, logre primar el bienestar colectivo”, explica Isleny Giraldo Bedoya, contratista y psicóloga con énfasis en psicología social, y especialista en derechos humanos, quien desde hace 5 años y medio se viene desempeñando como profesional social de la Unidad de Control y Vigilancia. 

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La articulación institucional en estos casos es fundamental, no solo es el Área Metropolitana del Valle de Aburrá la que aborda estos procesos, también lo hace en conjunto con la Secretaría de Infraestructura Física, en el caso de Medellín, así como con las secretarías de medio ambiente de los demás municipios, y el Jardín Botánico. Ha habido casos en los que la unión de la comunidad para proteger árboles sanos de su sector, de una posible tala frente a proyectos nuevos de infraestructura, han sido muy valiosos y a los cuales la Entidad ha acompañado, con el fin de mitigar conflictos socioambientales.  

Pero, en cuento a lo que compete a árboles en riesgo: 

“Prima la vida de las personas sobre el árbol, puede ser el árbol más patrimonial del mundo, pero si está generando riesgo en algún momento tendrá que irse. Y hay árboles patrimoniales que se han muerto y que quedan muertos en pie. Hay que talarlos. Entonces igual ellos van a ir desapareciendo, no son eternos, son árboles simplemente con categorías especiales que tienen muchos más cuidados, debido a lo que significan para la historia, la cultura y para la comunidad, pero que en algún momento tendrán que ser reemplazados”, explica Julián Córdoba Alzate, ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional de Colombia, y coordinador del equipo Atención Ciudadana Flora, que es al que le llega gran parte de estas solicitudes asociadas con la gestión de árboles en riesgo. 

¿Quiénes atienden las solicitudes asociadas a los árboles en riesgo en la zona urbana del Valle de Aburrá? 

Para atender la demanda ciudadana asociada a árboles en riesgo, las tres unidades de la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá se articulan para trabajar mancomunadamente, según el tipo de riesgo asociado a los árboles que se presente: 

  • Unidad de Gestión del Riesgo: casos asociados a movimientos en masa, inundaciones, socavaciones, entre otros. 

  • Unidad de Control y Vigilancia: ejerce las funciones de autoridad ambiental. Son profesionales que atienden solicitudes radicadas, mediante los canales mencionados anteriormente. 

  • Unidad de emergencias ambientales: cuando el riesgo es inminente, y requiere una atención inmediata. 

“Actualmente, tengo a cargo un grupo en este momento de 10 profesionales forestales en trabajo de campo, con los que buscamos priorizar y dar respuesta a las solicitudes que hace la ciudadanía. En las evaluaciones, según el caso se hace un diagnóstico completo desde lo que se puede ver, desde fuera, es decir el tallo y la copa, y lo que podamos ver de su entorno. Además, se tienen en cuenta otras variables como la especie del árbol, el comportamiento de este a lo largo de su vida, y, sumados al conocimiento profesional, se toman decisiones”, explica el coordinador Córdoba, desde lo que hace su equipo en la Unidad de Control y Vigilancia. 

Estos son algunos de los pasos asociados a la evaluación de árboles en riesgo: 

  • Inspección detallada del árbol: base, tallo, ramas y raíces. 

  • Nivel de riesgo asociado a la especie: se tiene en cuenta las características propias del tipo de árbol que se evalúa. 

  • Uso de tecnología para afinar el diagnóstico: se usan instrumentos como los tomógrafos, espadas de aire, resistógrafos, entre otros. 




La normatividad que cobija estás acciones está ligada al Decreto 1076 de 2015, único en el sector ambiental, en el que se habla sobre el aprovechamiento de árboles, así como sobre los árboles en riesgo, “el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha sido pionera en normatividad en Colombia y creo que Latinoamérica, en cuanto a este tema, la Resolución Metropolitana 915 del año 2017 , es  ejemplo de ello. Nosotros no solo podemos autorizar o negar tratamientos, o hacer control y vigilancia sobre los árboles, sino también de otras especies como los arbustos, con el fin de que no se acabe ese recurso”, agregó el ingeniero Córdoba. 

Velar por el cuidado de los árboles y por quienes nos rodean, es de las acciones más valiosas que podemos hacer por un #FuturoSostenible. Comparte esta información con tus vecinos, pues no solamente es importante observar los árboles de los espacios públicos verdes, sino también de las residencias privadas, y si notas algún factor de riesgo no dudes en comunicarlo con la autoridad ambiental de tu jurisdicción.  ​