​Los hábitos de consumo, la forma como nos movemos y como generamos energía en la mayoría de sociedades, son la principal causa de un mal que amenaza nuestra existencia: la contaminación del aire. Aunque la mayoría de las principales urbes ya han prendido las alarmas, algunas industrias no tienen procesos eficientes para la generación de energía, produciendo mayores emisiones, y muchas personas no tienen conciencia del impacto que genera en la calidad del aire, la forma como deciden movilizarse, usando preferencialmente su vehiculo particular que funciona con combustibles y en ocasiones, sin las adecuadas condiciones técnico mecánicas.​​






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