Comité Interinstitucional de Fauna y Flora de Antioquia - CIFFA
Proteger la fauna y flora silvestre es fundamental para el equilibrio ecológico del planeta. Para evitar los catastróficos impactos que traen el tráfico y la tenencia ilegal de las especies, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá hace parte del CIFFA, una alianza que activa los diversos mecanismos interinstitucionales para trabajar en el control, recuperación y conservación de la fauna y flora silvestre del departamento.
Cada año son cientos los animales y especies de fauna silvestre extraídos de su hábitat natural, generando un desequilibrio en los ecosistemas y convirtiéndose en una de las mayores amenazas para las especies protegidas. Por esta razón la lucha contra esta modalidad de tráfico ha sido una de las prioridades de diversas instituciones de carácter gubernamental y organizaciones de la sociedad civil, que buscan aunar esfuerzos para la protección y conservación de la fauna y flora silvestre del departamento de Antioquia.
Hablamos del Comité Interinstitucional de Fauna y Flora de Antioquia - CIFFA, conformado por Cornare, Corantioquia, Corpourabá, Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Secretaría del Medio Ambiente de la Gobernación de Antioquia, Policía Nacional, Fiscalía y el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, quienes, con el apoyo de las 10 alcaldías de los municipios del Valle de Aburrá, el Jardín Botánico de Medellín, Parque de la Conservación, Parque Arví, algunas universidades e instituciones religiosas, cívicas, sociales, culturales, públicas y privadas, trabajan mancomunadamente en el control y la prevención del tráfico y tenencia ilegal de la fauna y flora silvestre, delitos estos que afectan toda la biodiversidad del territorio antioqueño.
La fauna y flora son el patrimonio ambiental que todos debemos proteger
Con el fin de proteger el patrimonio ambiental y la riqueza natural del departamento, el CIFFA ha trazado una serie de objetivos a corto y mediano plazo que contienen estrategias de control, prevención y desestímulo del tráfico de fauna y flora; la recuperación y reincorporación al hábitat natural de las especies; el diseño de programas dirigidos hacia la reproducción y el repoblamiento de especies en riesgo de extinción, peligro o amenaza; capacitación técnica y divulgación ambiental a servidores públicos y ciudadanía; la formulación y desarrollo de información técnica y el apoyo al Sistema de Información de Especies de Fauna y Flora en Vía de Extinción.
Desde su creación en el año 1996, el CIFFA ha sido un referente de coordinación interinstitucional en el país por su compromiso en prevenir y castigar estas prácticas antiecológicas. Con este aliciente y el apoyo de la ciudadanía metropolitana y de toda Antioquia, continúan trabajando sin descanso en fortalecer los procesos de educación ambiental para generar transformaciones en el relacionamiento de los seres humanos con la naturaleza y en el reconocimiento de los comportamientos y prácticas ilegales alrededor de la fauna silvestre en cautiverio y la flora nativa, como ocurre con las rutas del tráfico ilegal de madera, por ejemplo.
Como resultado de los procesos pedagógicos en los que se resalta el diálogo que se abre con el nombre #MiCompromisoNatural, se desarrollan campañas cada año en la Semana Santa, una de las épocas del año con más tráfico de especies, para sensibilizar con las entregas voluntarias de animales silvestres que demuestra que hay una mayor concientización sobre la problemática por parte de los ciudadanos, y conocimiento sobre los mecanismos de denuncia y entrega consciente.
Las especies de fauna y flora que más se trafican en el departamento de Antioquia son: Tortuga Palmera, Guacamayas, Loro Frentiamarillo, Loro Frentiazul, Perico Real, Cotorra Carisucia, Culebra Morrona, Cangrejo Azul y el Perico Bronceado; y desde el componente arbóreo, las especies más traficadas son: Cedros, Ceibas, Robles, ramos elaborados con Palma de Vino, Bejuco, Tierra de Capote, Palmicho, Real e Higuerón.
De nosotros depende que el tráfico ilegal de fauna y flora silvestre termine. “Si no hay cliente no existe el vendedor". Una fórmula sencilla que requiere de ciudadanos conscientes de los impactos negativos a la hora de poseer animales exóticos como mascotas, o utilizar flora silvestre que son extraídos de los ecosistemas irregularmente.
¿Cómo llegan los animales a las autoridades ambientales?
Entrega voluntaria: las entregas voluntarias se realizan en la estación de paso del Jardín Botánico, un espacio de recepción de individuos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. En este lugar les brindan las primeras atenciones para luego ser trasladados al Centro de Atención y Valoración -CAV- donde paulatinamente se realiza un proceso de readaptación frente a los comportamientos básicos naturales de los individuos y luego se unifican esfuerzos con diversas instituciones o autoridades ambientales del departamento para hacer las liberaciones o reubicaciones.
Rescates: para hacer la atención de rescate a las especies de fauna silvestre, los ciudadanos deben llamar al celular 304-6300090 y entregar los detalles logísticos del lugar donde está el individuo de fauna silvestre. Posterior a esto, el equipo técnico de fauna silvestre se dirige hasta el lugar de referencia para recoger el individuo, trasladarlo hasta la estación de paso y luego llevarlo al Centro de Atención y Valoración –CAV-.
Incautaciones y decomisos: los únicos que pueden hacer incautaciones o decomisos son la Policía Nacional. Por eso, frente a alguna denuncia sobre venta o tenencia ilegal de fauna silvestre, el equipo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá se debe trasladar hasta el lugar de los hechos acompañados de funcionarios de la Policía Nacional realizar el decomiso y entregar el acta de incautación.
El CIFFA, al igual que todos los esfuerzos interinstitucionales e intersectoriales son la mejor marca que puede tener el Área Metropolitana para lo que se propone ser: un territorio respetuoso con el medio ambiente y las especies que habitan en nuestro entorno inmediato, para lograr así un buen lugar para vivir con armonía y respeto por el hábitat de los demás.