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​El ruido es un sonido no deseado o molesto generado por actividades humanas que puede tener efectos negativos en la salud y el bienestar de la población. A diferencia de otros contaminantes, el ruido presenta algunas características distintivas:

  1. Es barato de producir y requiere poca energía para ser emitido.

  2.  Es complejo de medir y cuantificar, ya que su nivel de presión sonora se expresa en decibeles (dB) y puede variar en diferentes contextos y momentos del día.

  3. No deja residuos. El ruido cesa cuando se apaga la fuente que lo genera.

  4. No tiene un efecto acumulativo en el medio ambiente, pero puede tener un efecto acumulativo en la salud de las personas expuestas a niveles altos de ruido durante períodos prolongados.

  5. Tiene un alcance localizado, es decir, su radio de acción es limitado y afecta principalmente a las personas que se encuentran cerca de la fuente de ruido.
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  6. Se percibe únicamente a través del sentido del oído, lo que puede llevar a subestimar su impacto en comparación con otros contaminantes como el agua, que puede ser percibido a través de múltiples sentidos (aspecto, olor, sabor).

La medición del ruido se realiza mediante un instrumento llamado sonómetro, que permite conocer el nivel de presión sonora en decibeles (dB) y evaluar la contaminación acústica en un determinado lugar o situación.


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