Es importante tener conciencia de que también nosotros mismos somos fuentes generadoras de ruido, por lo tanto, debemos tomar acciones para no contribuir con más ruido a nuestro entorno. Algunas medidas que podemos adoptar incluyen:

  1. Evitar usar la bocina (o pito) de manera innecesaria, como por ejemplo, para saludar a un amigo, demostrar enojo, anunciar la llegada a un lugar o avisar del cambio de semáforo.

  2. Mantener en buen estado nuestro vehículo, ya que así evitaremos ruidos y vibraciones no deseadas.

  3. Evitar acelerar y frenar bruscamente en los semáforos, practicando una conducción eficiente que no solo reduce el consumo de combustible, sino que también evita situaciones en las que el ruido del motor y los neumáticos se incremente.

  4. No retirar los silenciadores de las motocicletas y buscar formas más silenciosas de llamar la atención.

  5. Hablar con un volumen de voz moderado, evitando hablar en voz alta o gritar sin necesidad.

  6. Desplazarnos a pie, en bicicleta o en transporte público colectivo siempre que sea posible, ya que generan menos ruido en general.

  7. Evitar el uso de herramientas ruidosas en horarios nocturnos.

  8. Si tenemos electrodomésticos ruidosos como aspiradoras o batidoras, usarlos durante el día y evitar hacerlo en horarios de descanso.

  9. Antes de aumentar el volumen de dispositivos de audio, considerar si es necesario y si puede resultar molesto para nosotros mismos o para otras personas, especialmente durante la noche.

Adoptar estas medidas en nuestra vida cotidiana puede contribuir a reducir la contaminación acústica y a promover un entorno más tranquilo y saludable para todos.

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