​El proyecto consiste en fomentar la movilidad activa en la cabecera del municipio y expandirse hasta comenzar la conexión ciclopeatonal de toda el Área Metropolitana del Valle de Aburrá con su Norte. Inicialmente los corredores se realizarán entre los equipamientos públicos más relevantes del municipio, como el parque principal, el parque Santiago de Armas, las instituciones educativas, edificaciones administrativas, comerciales, y sitios turísticos como los Charcos el Brujo, con el Corredor Metropolitano proyectado por la vía Hatillo – Barbosa (Ruta 62), para finalmente hacer la transición al sur con la infraestructura existente sobre la doble calzada Bello – Hatillo.

La intervención más relevante del proyecto consiste en la reconfiguración de la sección del espacio público, ampliando los andenes al máximo para garantizar el tránsito y la estancia segura de los peatones, cerrando además las dimensiones del carril de circulación vehicular sin afectar su funcionalidad, para permitirle a los ciclistas compartir con los vehículos motorizados, ya que las condiciones espaciales del municipio son limitadas y las dinámicas de circulación del mismo así lo permiten. Esta condición se denomina Zona 30, refiriéndose a la velocidad máxima sugerida para lograr la convivencia entre todos los que se movilizan, y se presenta en la calle 13 entre carreras 15 y 11, calle 16 entre carreras 11 y 17, y en los perímetros del parque principal y el parque Santiago de Armas.