• El convenio entre Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá sigue dando buenas noticias sobre la protección de la fauna silvestre de la región. Gracias a esta unión, con el apoyo de la Universidad CES, siete venados cola blanca recuperaron su libertad.

  • Los animales se encontraban en cautiverio en un sitio que medía una hectárea, espacio similar al tamaño de una cancha de fútbol. Hoy 900 hectáreas, destinadas a la conservación y protección de flora y fauna, son su nuevo hogar.​
​Un grupo de siete venados de la especie cola blanca (Odocoileus virginianus), pudo ser rescatado en la vereda Paso Real, del municipio de Santa Fe de Antioquia, gracias a un equipo de biólogos y veterinarios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, especialistas del Centro de Veterinaria y Zootecnia de la universidad CES y Corantioquia, quienes con información suministrada por la comunidad pudieron identificar el sitio donde los tenían en cautiverio como atractivo del lugar.

Después de ser ubicados se les impuso medida preventiva a los dueños del predio, con el fin de evitar que trasladaran o liberaran a la deriva el grupo de venados. Con el objetivo de reubicar los animales en un hábitat ideal, Corantioquia con el apoyo de profesionales de la clínica veterinaria CES, conformado por dos biólogas y seis médicos veterinarios, planearon de manera meticulosa su rescate, traslado y posterior liberación.

El operativo inició con una visita de evaluación para verificar el estado general de los venados y el lugar donde se encontraban albergados. El grupo está conformado por un macho y seis hembras. Los machos de esta especie se diferencian de las hembras por su cornamenta.

Estos animales son importantes ecológicamente porque ayudan a controlar la población de material vegetal de los bosques y por servir como presas de especies depredadoras, ayudando así a mantener un equilibrio en el ecosistema.

Para su rescate fue necesario construir, de manera previa, un cerramiento para que no tuvieran contacto visual con los humanos y evitar que se lesionaran durante el procedimiento.

La inmovilización de los animales se realizó a través de sedación. Bajo anestesia, estos fueron sometidos a un riguroso examen clínico: se tomaron muestras de sangre, de materia fecal y de pelo para verificar su estado sanitario, y se suministraron fluidos y medicamentos intravenosos para prevenir la miopatía de rescate, condición muy común en este tipo de animales cuando se someten a altos niveles de estrés. Luego, cada uno fue marcado con microchip y se les hizo una marca temporal para facilitar el monitoreo a distancia posterior a la liberación.

Después de su rescate, los venados fueron trasladados a un predio privado de un reubicador de fauna silvestre ubicado en el suroeste antioqueño, que cuenta con una extensión aproximada de 900 hectáreas destinadas a la conservación y protección de flora y fauna. Para acceder a él, se hace necesario cruzar el río Cauca en ferri. Para su traslado se utilizaron guacales individuales adecuados con heno y cobijas con el fin de evitar lesiones durante el transporte.

Previo a su reubicación, se construyó en el predio de destino un aislamiento de protección temporal, con fin de tener control sobre el proceso de recuperación post-anestésica y liberación. Los animales estuvieron en aislamiento durante 24 horas bajo supervisión permanente de los profesionales a cargo del operativo, con el fin de garantizar que permanecieran en grupo.
 
Hoy, siete meses después del operativo, en los que están incluidos dos meses de monitoreo, y con la ayuda de la comunidad de la zona aledaña, que brindó información para el seguimiento de estos animales, se puede determinar el éxito de la liberación de los venados y su óptimo estado de salud, permitiéndoles disfrutar de su nuevo entorno natural.​​