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Ser el primer territorio metropolitano inteligente es el más ambicioso desafío planteado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en su Plan de Gestión Futuro sostenible 2020-2023.

Construimos una metrópoli en la que el desarrollo humano va de la mano de la tecnología y la innovación a favor de la calidad de vida de los habitantes

Foto Director 
 

El Valle de Aburrá se la juega por la sostenibilidad

Juan David Palacio Cardona
Director

En lo más profundo, y encerrado por altas y verdes cordilleras, crece un estrecho valle surcado, de sur a norte, por el del Río Aburrá-Medellín.

Es nuestro Valle de Aburrá, ubicado en la zona central de Antioquia, donde la biodiversidad, sus microclimas, las fuentes de agua, sus paisajes, su desarrollo urbanístico y el empuje de su gente, son parte de la gran riqueza que lo engalana.

Es además una región con condiciones geográficas notablemente diferentes de cualquier lugar de Colombia, incluso del mundo.

Esta conurbada sub-región, donde las fronteras son casi imperceptibles, hoy tiene cerca de 4.030.000 habitantes, con problemáticas, y soluciones que comparten los diez municipios que conforman el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, y que este año celebra 40 años de integración, equidad, desarrollo y progreso, con la mirada puesta en un Futuro Sostenible.

Aspiramos a ser la primera metrópoli inteligente que se plantea una visión Sostenible, un ambicioso desafío contemplado en el Plan de Gestión 2020-2023, de la entidad.

El futuro no da espera, y la sostenibilidad nos hace un llamado urgente a la articulación y a la comprensión de las implicaciones que tiene cada intervención que realizamos, en cualquier lugar, tanto urbano como rural.

A lo largo de estos 40 años, el Valle de Aburrá ha trabajado de manera conjunta para realizar proyectos de gran impacto en materia ambiental, protección y conservación de la flora y la fauna, la movilidad, la seguridad, el transporte y la planificación. Múltiples son los logros alcanzados y evidentes los resultados obtenidos. Sin la intervención del Área Metropolitana el caos sería el rey.

Somos autoridad ambiental, de transporte y gestora de planificación. Somos ejemplo de equidad, de progreso y desarrollo. Es por ello que, después de 40 años, ya no es posible vernos desagregados.

Unidos en la sostenibilidad

Los efectos del cambio climático son un asunto que la humanidad deberá resolver desde ya. Sólo será posible mitigar sus efectos si tomamos conciencia sobre los cambios en el consumo de manera inmediata. De lo contrario no será posible garantizar una vida digna para millones de personas en el mundo.

Se prevé que los grandes problemas que enfrentarán las nuevas generaciones serán la escases de agua y de alimentos, lo que se traducen en pobreza y enfermedad.

Las altas temperaturas, el consecuente deshielo de los polos, los incendios forestales, la aparición de graves enfermedades por causa del tráfico de fauna silvestre, no son problemáticas alejada del Valle de Aburrá.

El 81 por ciento de la población que habita el área metropolitana está ubicada en la zona urbana, lo que significa que sólo un 19 por ciento permanece en zonas rurales.

Lo que significa que el Valle de Aburrá no podrá sobrevivir solo. El 93 por ciento del recurso hídrico proviene de otras subregiones del departamento. Lo preocupante es que el 50 por ciento está en el Oriente cercano, una subregión que avanza a pasos agigantados hacia la urbanización.

De otro lado, el 75 por ciento de lo que consume Antioquia viene de afuera. Y el Valle de Aburrá, tan solo produce entre el tres y el siete por ciento de lo que se consume.

Necesitamos trabajar de manera articulada con todas las corporaciones regionales para enfrentar los grandes desafíos que el cambio climático nos impone. Sin olvidar los desafíos que la post-pandemia nos obliga a resolver.

Y tenemos manera de hacerlo. Hay municipios como Barbosa, Girardota y Copacabana, que podrían convertirse en la despensa agroalimentaria del área metropolitana.

Integración igual a equidad

Hoy, 40 años después, ya no es posible pensar el Valle de Aburrá como una región desagregada. La conurbación nos demostró la necesidad del trabajo conjunto, para resolver problemáticas estructurales del crecimiento urbano y sus impactos en el medio ambiente, la movilidad, la ocupación del suelo, y en general la protección y conservación de nuestra riqueza natural. Es por ello que garantizar la sostenibilidad requiere que cerca de 40 localidades, que circundan la subregión, también compartan el desarrollo del Valle de Aburrá

El Futuro del área metropolitana nos corresponde pensarlo Sostenible, de manera que el ciudadano pueda disfrutar de una metrópoli incluyente e inteligente, capaz de mantenerse en el tiempo, para beneficio de todas las personas que lo habitan, y capaz de transcender.

Futuro Sostenible para este Valle de Aburrá es pensar en las nuevas generaciones, dejarles un territorio habitable para que se sientan orgullosos y orgullosas del desarrollo de la más exitosa área metropolitana del país, y de Latinoamérica. Este es nuestro reto.

Felices 40 años
Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

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