La entidad es líder conectora que hace palpitar el corazón del Valle de Aburrá a un compás fuerte que marca el ritmo como precursora de las áreas metropolitanas del país.
El corazón de Antioquia es verde por sus montañas y el colorido de la sorprendente biodiversidad que lo engalana. Un corazón que está instalado en lo más profundo de un estrecho valle extendido a lo largo del Río Aburrá y que lo convierte en un territorio con condiciones geográficas notablemente diferentes.
Ese corazón palpita al unísono de los diez municipios del Valle de Aburrá a ritmo acelerado, como lo ha sido su crecimiento urbano, con el afán de la integración, la articulación y la prioridad de construir un futuro fundado en equidad, solidaridad, orden, participación, trabajo conjunto y apoyo mutuo para garantizar un Futuro sostenible a sus habitantes.
El área metropolitana del Valle de Aburrá, zona central del departamento, es la gran líder de la región, porque su propuesta de compartir el desarrollo en todo el territorio la ha convertido en un esquema asociativo exitoso para el país y Latinoamérica.
Fenómenos económicos, sociales, tecnológicos, ambientales, físicos, culturales, territoriales, políticos o administrativos, que afecten o impacten simultáneamente a dos o más de los municipios que conforman el Área Metropolitana”. Ley 1625 de 2013, artículo 10.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, es la primera área metropolitana colombiana.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá se creó con la Ordenanza No 34 de noviembre 27 de 1980, de la Asamblea Departamental de Antioquia.
En 1980, cuando se creó el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, la subregión contaba con 1.100.000 habitantes, hoy supera 3,7 veces la población, 3.726.219 ciudadanos metropolitanos, según el Censo del Dane de 2018.
La entidad tuvo como reto inicial enfrentar los desafíos de una región que se desarrollaba de manera desigual, con graves problemas de conectividad física, vial, social y económica.