Aquellas personas que viven en las ciudades respiran aire con partículas suspendidas que se pueden presentar de diferentes formas, como humo, polvo, cenizas, hollín, polen, aerosoles, compuestos principalmente por sulfatos, nitratos, amoníaco, cloruro sódico, carbón, polvo de minerales, cenizas metálicas y agua.

Todas ellas representan una amenaza para la salud humana porque, dependiendo de su tamaño (entre más pequeñas, mayor riesgo), pueden afectar los pulmones, el sistema respiratorio en general, siendo más vulnerables las personas con enfermedades cardíacas y pulmonares preexistentes.

Por el impacto que la contaminación del aire genera en la salud de los habitantes, especialmente de aquellos que viven en las ciudades, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una directriz sobre los niveles de estos contaminantes en el aire.



PM2,5 / Contaminante crítico


De acuerdo con los registros históricos, el PM2.5 (partículas de 2,5 micras o micrómetros -la millonésima parte de un metro-) es el contaminante que más deteriora la calidad del aire en el Valle de Aburrá y el que más daño puede causar a la salud humana debido a su tamaño microscópico. Este contaminante se origina en gran medida por los residuos generados en procesos de combustión de hidrocarburos que realizan los vehículos motorizados en la ciudad.

Tamaño del material particulado




Ozono troposférico


El ozono como tal, puede ser bueno o malo. Esto depende básicamente de la altura donde lo encontremos. El ozono “bueno” o estratosférico es una forma natural de oxígeno que provee una capa protectora sobre la tierra que bloquea la radiación ultravioleta. El ozono “malo” o que está en la tropósfera es un oxidante químico y el componente mayor de la niebla fotoquímica. Este tipo de ozono puede deteriorar seriamente el sistema respiratorio.

Otros gases



El Dióxido de Azufre (SO2) es un gas tóxico con olor ocre e irritante que se atribuye, en muchas ocasiones, a los procesos de combustión. Esto es debido a que los combustibles como el carbón, el petróleo, el diesel o el gas natural contienen ciertas cantidades de compuestos azufrados.

El Monóxido de Carbono es un gas sin olor ni color. Se produce por la quema de combustibles como el gas, la gasolina, el petróleo, el tabaco y la madera. Cuando los vehículos están detenidos y permanecen con el motor encendido también lo despiden.

El Óxido de Nitrógeno es un gas tóxico de color pardo, que se forma como subproducto de los procesos de combustión a altas temperaturas, como en los vehículos motorizados y las plantas eléctricas.

¿Cuáles son los efectos en la salud? Material particulado PM10 y PM2.5​


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