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En el mundo​ hay de 5 a 7 millones de productos químicos conocidos, y al año se producen al menos 400 millones de toneladas entre productos químicos para la agricultura, aditivos para alimentos, medicinas, combustibles para la producción de energía, productos químicos de consumo, entre otros.

S
in embargo, se sabe muy poco acerca de las posibles consecuencias inmediatas y a largo plazo de la inmensa mayoría de los productos químicos a la que están expuestos los trabajadores que los producen o que las utilizan en el lugar de trabajo. En algunos países, se pide a los trabajadores que utilicen, sin protección o con muy poca, productos químicos que son peligrosos para la salud humana y al final de su vida útil son literalmente tirados a la naturaleza, a menudo impactando negativamente a la comunidad, generando daños permanentes para el medio natural y graves problemas de salud en los trabajadores, quienes normalmente no conocen los peligros de la incorrecta manipulación de estos productos.

Hoy día, casi todos los trabajadores están expuestos a algún tipo de riesgo químico porque se utilizan productos químicos en casi todas las ramas de la industria, desde la minería al trabajo en oficinas. De hecho, los riesgos químicos son considerados por muchos el riesgo más grave para la salud de los trabajadores. La primera línea de defensa contra los productos químicos es conocer lo más posible las sustancias con las que se trabaja y evitar exponerse a ellas.

P
or esta razón, cierto número de países y organizaciones han desarrollado a lo largo de los años leyes o reglamentos que requieren la transmisión de la información necesaria a los usuarios de este tipo de sustancias, mediante etiquetas o fichas de datos de seguridad (FDS). La información proporcionada permite a los usuarios la identificación de estos productos y de sus peligros, así como la adopción de las medidas de seguridad apropiadas para su utilización en el plano local. De aquí, que las Naciones Unidas desarrollaran el Sistema Globalmente Armonizado de clasificación y etiquetado de productos químicos ofreciendo así una solución armonizada donde todas las industrias en todos los países se comuniquen bajo el mismo lenguaje.

La segunda línea de defensa son los programas de producción y consumo sostenible orientados a la reducción del consumo de sustancias químicas, la sustitución de sustancias químicas peligrosas por otras con un menor riesgo, la reducción de desechos químicos, la manipulación segura y la reducción de riesgos asociados a accidentes con productos químicos.

De esta manera se puede contribuir al mejoramiento del entorno local, la salud de los trabajadores, la salud pública (reducción de enfermedades y muertes) y en el medio ambiente en general. Adicionalmente se pueden obtener beneficios económicos derivados de un aumento en la productividad, consumo eficiente de los recursos y posiblemente una mejor calidad del producto que se ofrece en el mercado.

Pasos para implementar buenas prácticas en la gestión de químicos

  • ALMACENAMIENTO: Las sustancias químicas deben almacenarse en sus envases originales, en lugares seguros, considerando sus riesgos inherentes, la incompatibilidad con otros productos químicos y las condiciones del ambiente (calor, fuentes de ignición, luz y humedad).

  • RESPONSABILIDAD: Para lograr una gestión eficaz es conveniente que cada actor asociado con la operación del almacenamiento tenga claridad sobre su responsabilidad y la de los demás. Para asegurarlo, esta se debería definir, documentar y comunicar.

  • UBICACIÓN: Idealmente todo lugar de almacenamiento de sustancias y residuos peligrosos debe estar alejado de zonas densamente pobladas, de fuentes de captación de agua potable, de áreas inundables y de posibles fuentes externas de peligro.

  • DISEÑO: La bodega debe ser diseñada de tal manera que permita la separación de materiales incompatibles por medio de edificios o áreas separadas, muros cortafuego u otras precauciones aceptables, así como también permitir movimientos y manejo seguro de las sustancias y residuos peligrosos; debe existir espacio suficiente para las condiciones de trabajo y permitir el acceso libre por varios costados en caso de emergencia.

  • COMUNICACIÓN PELIGROS: Fichas de datos de seguridad, señalizaciones y etiquetas según el Sistema Globalmente Armonizado- SGA

  • TRANSPORTE: Durante el transporte de sustancias y residuos peligrosos es necesario tomar medidas de prevención y control para evitar efectos adversos sobre la salud del personal e impactos negativos al ambiente (responsabilidad para cada actor de la cadena de transporte, los requisitos del vehículo y los procedimientos y prácticas principales)

  • PROTECCION PERSONAL: elementos de protección personal apropiados de acuerdo con el uso de las sustancias químicas (protección respiratoria, visual, piel, manos, calzado, entre otros).

  • SEPARACIÓN DE SUSTANCIAS: El objetivo de la separación y segregación de productos es minimizar los riesgos de incendio o contaminación que se presentan en lugares a almacenamiento mixto de sustancias incompatibles.

  • La regla básica en el almacenamiento de sustancias peligrosas es no mezclar envases o paquetes de diferentes tipos de riesgos de acuerdo con los símbolos de la Clasificación de Sustancias Peligrosas de las Naciones Unidas.

  • MANEJO DE RESIDUOS: Todos los residuos incluyendo material de empaque, deberán ser manejados de una manera ambientalmente segura y responsable.

  • Implementación de un Plan de Gestión Integral de RESPEL y disposición final con entidades autorizadas.

  • INSPECCIONES AMBIENTALES Y DE SEGURIDAD: Es recomendable que las inspecciones ambientales y de seguridad se organicen regularmente para asegurar que las medidas de control ambiental y preparación ante emergencias de la organización sean entendidas por el personal (verificación de estándares de orden y aseo).

  • PREPARACIÓN: Para dar pronta respuesta a una emergencia, la organización debe tener diseñado y organizado un Plan de Emergencia, el cual tiene como objetivo proporcionar un conjunto de directrices e información destinadas a la adopción de procedimientos técnicos y administrativos estructurados para facilitar respuestas rápidas y eficientes en situaciones de emergencia

Transporte

Como lo establece el ARTÍCULO 2.2.1.7.8.2.1. del DECRETO 1079 de 2015 para el Sector Transporte, son obligaciones del remitente y/o propietario de mercancías peligrosas. Además de las disposiciones contempladas en las normas vigentes para el transporte terrestre automotor de carga por carretera, en el Código Nacional de Tránsito Terrestre y en la Norma Técnica Colombiana para cada grupo, de acuerdo con lo establecido en el literal F del numeral 3 del artículo 2.2.1.7.8.1.1 del Decreto 1079, el remitente y/o el dueño de las mercancías peligrosas están obligados a diseñar y ejecutar un programa de capacitación y entrenamiento sobre el manejo de procedimientos operativos normalizados y prácticas seguras para todo el personal que interviene en las labores de embalaje, cargue, descargue, almacenamiento, manipulación, disposición adecuada de residuos, descontaminación y limpieza. Además, cumplir con lo establecido en la Ley 55 de 1993 sobre capacitación, entrenamiento y seguridad en la utilización de los productos químicos en el trabajo. 

Así mismo el ARTÍCULO 2.2.1.7.8.2.2. menciona como obligaciones del destinatario de la carga el diseñar y ejecutar un programa de capacitación y entrenamiento en el manejo de procedimientos operativos normalizados y prácticas seguras para todo el personal que interviene en las labores de embalaje, cargue, descargue, almacenamiento, movilización, disposición adecuada de residuos, descontaminación y limpieza. Además, cumplir con lo establecido en la Ley 55 de 1993 sobre capacitación, entrenamiento y seguridad en la utilización de los productos químicos en el trabajo. 

En el ARTÍCULO 2.2.1.7.8.2.3. se expresan las obligaciones de la empresa que transporte mercancías peligrosas, las cuales además de las disposiciones contempladas en las normas vigentes para el transporte terrestre automotor de carga por carretera, en el Código Nacional de Tránsito Terrestre y en la Norma Técnica Colombiana para cada grupo, según lo establecido en el literal F, numeral 3 del 2.2.1.7.8.1.1 del Decreto 1079, la empresa que transporte mercancías peligrosas está obligada en el caso que la labor de cargue y/o descargue de mercancías peligrosas se lleve a cabo en las instalaciones de la empresa de transporte de carga, debe diseñar y ejecutar un programa de capacitación y entrenamiento sobre el manejo de procedimientos operativos normalizados y prácticas seguras para todo el personal que interviene en las labores de embalaje, cargue y/o descargue, almacenamiento, manipulación, disposición adecuada de residuos, descontaminación y limpieza; además, cumplir con lo establecido en la ley 55 de sobre capacitación, entrenamiento y seguridad en la utilización de los productos químicos en el trabajo.


Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de productos Químicos

Los diferentes sistemas de clasificación y etiquetado de productos químicos a nivel mundial, la falta de unifica­ción a la hora de establecer los criterios técnicos de clasificación para los peligros químicos y la variedad en los medios para informar sobre estos peligros, fueron argumentos que se trataron en la CNUMAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo), que se llevó a cabo en el año 1992 en Río de Ja­neiro, Brasil. En dicha conferencia, conocida como la “Cumbre de la Tierra” cerca de 130 países firmaron, entre otros, el mandato que indicaba que para el año 2000 debería disponerse, dentro de lo posible, de un sistema de clasificación y etiquetado ar­monizados mundialmente.
 
A partir de la Cumbre de la Tierra se empieza a trabajar a nivel internacional en la evaluación de los diferentes sistemas de clasificación de peligros químicos utilizados en el mundo, de la cual quedó en evidencia la necesidad de disponer de un sistema único y armonizado para clasificar y comunicar los peligros de los productos químicos. La Comisión Internacional patrocinada por la Organización de las Naciones Unidas, propuso los criterios unificados que dieron origen al lanzamiento a nivel mundial del “Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos”, identificado también por las siglas GHS/SGA, cuyo material fue incluido en el llamado “Libro Púrpura”.          
 
El SGA tie­ne como finalidad armonizar los criterios técnicos de clasificación para los peligros químicos y los medios para transmitir información confiable (a través de etiquetas y de fichas de datos de seguridad), mejorando la protección de la salud humana y el ambiente. Con esta información se pretende que el producto químico pueda ser utilizado con seguridad al alertar sobre los peligros que tiene, de manera que el usuario pueda tomar las medidas de protección adecuadas, de acuerdo con las condiciones particulares en que vaya a ser utilizado.
 
En Colombia, la Ley 55 de 1993 indica que “Los productos químicos peligrosos deberán llevar además una etiqueta fácilmente comprensible para los trabajadores, que facilite información esencial sobre su clasificación, los peligros que entrañan y las precauciones de seguridad que deban observarse”. Por medio del Decreto 1496 de 2018, se adopta el Sistema Globalmente Armonizado - SGA de la Organización de las Naciones Unidas, sexta edición revisada (2015) y mediante la Resolución 773 de 2021, se definen las acciones que deben desarrollar los empleadores para la aplicación del SGA en los lugares de trabajo y se dictan otras disposiciones en materia de seguridad química.

Chemical leasing

Chemical Leasing es un modelo de eficiencia en el suministro y uso sostenible de sustancias químicas en las empresas, aportando beneficios económicos y ambientales para las empresas participantes y los proveedores. El modelo se centra en la funcionalidad que tienen los químicos en un proceso determinado.

Esta es una iniciativa organizada y patrocinada por La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI); El Ministerio Federal Austriaco de Agricultura, Silvicultura, Medio Ambiente y Gestión del Agua (BMLFUW); Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear (BMUB); Secretaría Suiza de Estado para Asuntos Económicos (SECO); y La Oficina Federal Suiza del Medio Ambiente (FOEN).

Este modelo se plantea como una solución al consumo desmedido de sustancias químicas y por ende la generación de residuos peligrosos.  La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) ha definido este modelo como “... un modelo de negocio que se basa en servicios y desempeño que cambia el enfoque convencional de promover las ventas de altos volúmenes de químicos por un enfoque en el que se promueve el valor agregado proporcionado”.  Quiere decir que el fabricante de productos químicos vende principalmente las funciones y el desempeño brindado por la sustancia química y que los precios vendrán dados por estas funcionalidades o prestaciones más que por el volumen vendido. Es importante tener en cuenta estos aspectos, cuando se hable de Chemical Leasing:

  • La responsabilidad del fabricante del químico y prestador del servicio es extendida, es decir, incluye la gestión a lo largo del ciclo de vida del químico.

  • El objetivo es incrementar el uso eficiente de químicos mientras se reduce riesgos químicos y se protege la salud humana.

  • Esta práctica mejora el desempeño económico y ambiental de las empresas, así como facilita el acceso a nuevos mercados. 

  • Para que este modelo tenga éxito es importante que todas las partes involucradas se beneficien (gana-gana), que los estándares de calidad sean altos y que haya confianza entre las empresas que participen. 
Dentro de este modelo, se habla de el "usuario de productos químicos" que es una empresa que utiliza productos químicos y el "proveedor de productos químicos" que es una entidad en la cadena de suministro, como un fabricante de productos químicos y / o un distribuidor o comerciante de productos químicos.  El proveedor vende la función del producto químico. Este es el servicio prestado por el producto químico o el propósito para el cual se aplica el producto químico.

Por ejemplo, la función del producto químico podría ser limpiar o desengrasar piezas metálicas, o proteger una superficie. El pago se realiza de acuerdo con las unidades funcionales, es decir, el número de piezas limpiadas o la extensión del área recubierta. 

Ejemplos de aplicaciones de Chemical Leasing

  • Un productor de piezas de automóviles necesita disolventes para limpiarlas y desengrasarlas. La empresa paga al proveedor químico por las funciones realizadas por el producto químico, es decir, las piezas metálicas limpias. La empresa no paga de acuerdo con la cantidad de disolvente utilizado.

  • Un fabricante de automóviles necesita protección de la superficie para sus automóviles. Esto incluye el pretratamiento de la carrocería del automóvil, la activación de la superficie y la aplicación de un sistema de recubrimientos. Bajo Chemical Leasing, la compañía paga por carrocería protegida. No paga de acuerdo con la cantidad de productos químicos utilizados. 
Fuentes:


Química verde

La química verde es una nueva y revolucionaria forma de enfocar la síntesis de nuevas sustancias químicas que tiene como objetivo hacer una química más amigable con la salud y el medio ambiente. La idea básica consiste en introducir en la fase de diseño y desarrollo de nuevas sustancias, productos o materiales previsiones sobre su potencial impacto en la salud y el medio ambiente y desarrollar alternativas que minimicen dicho impacto.

"Al ofrecer alternativas de mayor compatibilidad ambiental, comparadas con los productos o procesos disponibles actualmente cuya peligrosidad es mayor y que son usados tanto por el consumidor como en aplicaciones industriales, la química verde promueve la prevención de la contaminación a nivel molecular".

La química verde se basa en 12 principios formulados originalmente a finales de los años 90 del pasado siglo por Paul Anastas y John Warner en su libro Green Chemistry: Theory and Practice. "Mediante el diseño y la innovación a nivel molecular, la química verde se ha constituido como una poderosa herramienta que contribuye a:​

  1. Reducir el riesgo químico asociado al uso y manufactura de los productos químicos;
  2. Reducir o eliminar el impacto ambiental de las aguas residuales y la dispersión de contaminantes en la atmósfera;
  3. Reducir el uso intensivo del agua y la energía;
  4. Reducir el impacto ambiental de los productos químicos una vez usados; y
  5. Minimizar el flujo de materia desde los recursos naturales no renovables hasta los procesos productivos".

 

Mapa de riesgo químico


 


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