• Un ocelote (Leopardus pardalis), rescatado del cautiverio ilegal, fue liberado en el Magdalena Medio antioqueño tras culminar un proceso de rehabilitación que duró un año.  

  • El felino es rastreado con tecnología satelital, con el objetivo de conocer y analizar sus desplazamientos y así establecer su capacidad para sobrevivir. 

  • El ocelote es una de las seis especies de felinos nativos de Colombia y la tercera en tamaño después del jaguar y el puma.

Un ocelote víctima del tráfico y cautiverio ilegal fue liberado en el Magdalena Medio antioqueño, después de un proceso de rehabilitación de un año, ejecutado por convenios entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia, la Universidad CES y la Cooperativa Precoodes. Al felino de la especie Leopardus pardalis se le instaló un collar de rastreo por telemetría satelital, el cual ha permitido conocer que continúa con vida y desplazándose en el bosque.  

Este individuo de la fauna silvestre fue encontrado por una familia en el Oriente antioqueño cuando aún era una cría, quienes lo mantuvieron en cautiverio durante seis meses en su finca, donde vivía con perros y gatos y se alimentaba de concentrado. El ocelote, aun infantil, fue entregado por sus tenedores de manera voluntaria en enero de 2020 al Área Metropolitana del Valle de Aburrá en el municipio de Envigado. 

Uso de satélite para conocer movimientos

El dispositivo de rastreo se instaló en el cuello del felino previo a su liberación, y está diseñado para emitir una señal de ubicación cada cuatro horas, lo cual permite conocer la cantidad, lugares y amplitud de movimientos que realiza este ocelote. El collar está programado para desabrocharse automáticamente cuando se cumplan 6 meses de rastreo. 

Después de los primeros 20 días de monitoreo, el felino se ha desplazado 8 kilómetros a través de zonas de bosque bien conservado que son su zona de distribución natural, donde puede encontrar presas, fuentes de agua y vegetación suficiente para desplazarse y refugiarse. El ejercicio es complementado con sensibilizaciones con las comunidades circundantes, con el fin de evitar que el animal sea atacado o recapturado. 

Los datos obtenidos permitirán confirmar la efectividad del trabajo de rehabilitación y buscar oportunidades de mejora, con el fin de garantizar cada vez mejores condiciones de preparación para los animales silvestres recuperados por las autoridades ambientales.

Así fue su tratamiento y rehabilitación

A su ingreso al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, operado por un convenio entre el Área Metropolitana y la Universidad CES, el felino apenas pesaba 3 kilogramos. Profesionales y técnicos evaluaron su estado de salud, hicieron análisis de laboratorio para determinar si portaba enfermedades infecciosas que podían contagiarle los gatos y perros domésticos, y procuraron su bienestar y aislamiento hasta el momento de la liberación. El ocelote tenía parásitos intestinales y abundantes pulgas, para lo cual se le dio el tratamiento respectivo. 

Durante un año, el animal silvestre vivió un proceso de rehabilitación con el que se buscó que aprendiera las conductas que de manera natural debió enseñarle su madre. Esta tarea la ejecutó el equipo de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la cooperativa Precoodes. 

Personal experto en biología, medicina veterinaria, zootecnia y operarios participaron en este proceso dirigido a que el ocelote aprendiera a identificar y conseguir su alimento, encontrar refugio y evitar situaciones que pusieran en riesgo su vida. También fue fundamental generarle conductas de repulsión y huída ante la presencia humana, con el fin de evitar que vuelva a ser capturado o que acuda a viviendas en busca de alimento. Al momento de su liberación, el ocelote ya era un sub adulto de 8 kilogramos, se encontró en perfecto estado de salud y mostró todas las conductas que necesita para sobrevivir en su hábitat natural.

Durante el 2020, Corantioquia recibió 4 ocelotes y el Área Metropolitana 3 individuos de la misma especie, principalmente porque son tenidos en cautiverio ilegalmente como mascotas. Este fenómeno es grave pues impacta directamente los ecosistemas, ya que estos depredadores mantienen el equilibrio de las poblaciones de animales pequeños que, en exceso, podrían acabar con otras especies de los bosques o convertirse en plagas. Un felino silvestre capturado pierde la posibilidad de reproducirse, en ocasiones les son retirados colmillos y uñas de manera quirúrgica, y terminan enfermos y débiles por la mala alimentación, lo que los deforma y los hace propensos a fracturas.  


Sobre la especie

El ocelote o Leopardus pardalis es un felino silvestre de mediano tamaño que habita prácticamente en todo el territorio colombiano, su distribución se extiende desde México llegando hasta el norte de Argentina. Es principalmente carnívoro, encontrando alimento en aves, reptiles y mamíferos de pequeño y mediano tamaño; las hembras pesan entre 6 y 9 kilogramos, mientras que los machos oscilan entre los 8 y 15 kilogramos. Es de hábitos solitarios, terrestres y mayoritariamente nocturnos. 

El ocelote es una de las seis especies de felinos nativos registrados para Colombia junto con el puma (Puma concolor), el jaguar (Panthera onca), el margay (Leopardus wiedii), el yaguarundi (Herpailurus yagouaroundi) y el tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus). Es el tercero en tamaño después del jaguar y el puma.

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