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Esta joven empresaria lleva el emprendimiento a flor de piel. No satisfecha con la sensación que los jabones y cremas dejaban en su cuerpo, desarrolló su propia marca de cosmética a base de productos naturales y artesanales.

El emprendimiento a flor de piel. Así lo tiene Johanna Alejandra Vélez, ingeniera agropecuaria que sintió en carne propia, literalmente, que los productos de aseo personal y cosméticos que usaba no satisfacían sus expectativas. Los jabones le dejaban una sensación grasosa en su cuerpo y el maquillaje espantaba.

Su aroma a campo y su vocación profesional la pusieron en el camino de buscar una alternativa cosmética con productos naturales, extractos de plantas y semillas con altos contenidos de aceite vegetal, para usarlos ella y su grupo familiar y allí hacerles la prueba ácida en términos de calidad, costo y cadena de comercialización por fuera de su grupo familiar.

Tenía todo a su favor, pero no la varita mágica para producir dinero, que es lo que muchos emprendedores desean de entrada. Johanna se asoció con su mamá, que le prestó parte de su casa en San Antonio de Prado para que montara allí su “laboratorio”.

Fue así como nació Esencia Cosmética Artesanal y desde el comienzo puso rótulo a su iniciativa: trabajar sólo con productos naturales y que los aceites fueran prensados en frío para evitar reacciones a la hora de procesar los productos. Esa idea es ahora una de las ganadoras dentro del Programa de Emprendimiento Sostenible que lidera el Área Metropolitana y coordina Créame, la incubadora de empresas.

Esa necesidad personal pronto encontró validadores externos que confirmaron la calidad de los productos que produce Esencia Cosmética.

Y como Johanna misma lo dice, “todo llega en el momento que es”, porque después de participar en otras programas de emprendimiento sin mucho éxito, cualquier día en una de las ferias territoriales que hace el Área Metropolitana una de las chicas le dijo que se metiera al programa de Emprendimiento Sostenible.

Con la convicción en su conocimiento y su deseo de abrirse paso de forma independiente comenzó todo el proceso y obtuvo todo el apoyo de la entidad y de Créame, que le permitieron recibir todo el acompañamiento para hacer un plan de negocios, un plan financiero, un estudio de mercado y un plan de mercadeo, entre otros.

Se unieron nuevos emprendedores a la causa, entre ellos su mamá y su hermano, y Johanna está tocando puertas para poner en el mercado su Esencia, no sólo la de sus productos, sino la de su amor por el emprendimiento, la generación de empleos, la protección del medio ambiente y la posibilidad de ayudar a otros a que hagan realidad sus sueños e iniciativas de negocio.

Lo que comenzó con un capital de 50 mil pesos, ahora quiere llegar a las grandes superficies y almacenes especializados en cosmética para que suena mucho más la registradora y Esencia Cosmética Artesanal llegue al lugar donde se sueña Johanna: al corazón de los colombianos desde la piel.