El Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, presentó su balance sobre los logros de su administración en los últimos cuatro años. En materia ambiental, destacó el liderazgo del Área en temas como la calidad del aire, la protección de los ecosistemas urbanos y la consolidación de las ciclorrutas en los 10 municipios del Valle de Aburrá.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, cerró la rendición de cuentas de su Plan de Desarrollo con una frase: Gracias por haberme dado la oportunidad de ser su alcalde”.

Y ese agradecimiento se hizo extensivo a los habitantes del Valle de Aburrá, porque si bien no votaron por él, cada uno contribuyó al logro de los objetivos propuestos en la visión metropolitana que se definió con los demás alcaldes, en especial en torno a la calidad del aire, la movilidad sostenible, la seguridad y la protección de los ecosistemas.

El cumplimiento de ejecución del Plan de Desarrollo llegó al 95 por ciento, su más reciente índice de favorabilidad es de 82 por ciento y la inversión que se hizo en el Valle de Aburrá en los últimos cuatro años desde la ciudad núcleo superó los 1.5 billones de pesos. 

Hablamos con el Alcalde sobre lo que fue este trabajo articulado con los demás mandatarios locales y los retos que en su opinión le quedan a los territorios para seguir avanzando en términos de la transformación, no sólo física, sino social en el Valle de Aburrá.


¿Cómo resulta el balance de Medellín respecto de lo que pasó en el Valle de Aburrá en los últimos cuatro años?

Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín: Hemos liderado juntos, con el resto de alcaldes del área metropolitana, procesos que no sólo hablan de la transformación física del territorio, sino proyectos sociales que dan cuenta de la necesidad de invertir mucho más en la gente, en las comunidades, porque como lo he dicho muchas veces, y eso se aplica de nuevo para todos, Medellín se ha transformado desde las fachadas hacia afuera, pero no lo suficiente de puertas para adentro. 

Hemos avanzado enormemente en la construcción de espacios y en la recuperación de cientos de miles de metros cuadrados de zonas públicas, pero nos falta mucho dentro de las familias, en los hogares, donde seguimos siendo un territorio muy desigual. Necesitamos transformar vidas desde adentro para que la ciudad se transforme afuera.

¿Cómo se entiende entonces este Valle de Aburrá desde la ciudad núcleo para lograr esa transformación social?

Tenemos que seguir caminando juntos, entendiendo las complejidades de este territorio, respetándonos, y reconociendo que cada municipio tiene una inmensa responsabilidad en torno a lo que le pasa a los demás.  Este Valle de Aburrá no puede avanzar si no aseguramos que a todos nos vaya bien, que cada uno comprenda que, pese a sus diferencias de todo tipo, ocupamos el mismo territorio.

Por eso, desde el comienzo de esta administración, nos dedicamos a conseguir que Envigado hiciera parte del Área Metropolitana, porque no era posible avanzar con un hueco en medio del andamiaje institucional, económico, político y social del Valle de Aburrá. Pudimos trabajar juntos, unidos, de forma armónica en medio de las diferencias, pero, sobre todo, poniendo en el centro de las decisiones los objetivos comunes para todos.

¿Vamos por el camino correcto como territorio integrado?

Por supuesto y debemos continuar por el camino que llevamos, tratando de corregir todo lo que sea necesario. No tengo dudas de que no sólo tenemos presente, sino que hay futuro. Sabemos que las dificultades sociales son muchas, que hemos avanzado, pero que hay retos inaplazables para reducir las desigualdades. El camino lo construimos juntos, lo labramos juntos, sin protagonismos individuales.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje de Medellín que deberíamos replicar en el resto de los municipios del Área?

Yo entiendo que una cosa son los modelos de gestión, que ahí están, pero es esencial que todos capitalicemos con obras todo el orgullo que sentimos quienes habitamos este territorio. Lograr ese sentido de pertenencia en cada rincón del Valle de Aburrá y desde allí replicarlo hacia el resto del Departamento y del país, hará la diferencia. En estos cuatro años hemos logrado una invaluable articulación entre el sector público y privado, las universidades y la sociedad civil, lo que se ha traducido en más legitimidad institucional, más confianza, más transparencia. 

Entendimos que quienes llegamos al sector público trabajamos es para la gente, nos debemos a ella y no podemos obedecer a intereses particulares. Ser gobernante en este país, y en especial en este territorio, es apasionante. Las satisfacciones son del tamaño de los retos y creo que podemos decir con sentido crítico, porque falta mucho, que hemos avanzado enormemente como territorio.

¿Cuál es el mensaje que queda de estos cuatro años de trabajo con los demás alcaldes?

Tenemos un territorio único y hermoso, que tenemos que cuidar entre todos. La invitación es a seguir queriendo este valle como se quiere nuestro hogar, sin perder la identidad ni las costumbres de cada municipio. Hemos trabajado juntos en la construcción de un camino con visión colectiva. Resalto el liderazgo de cada alcalde, el respeto por el otro, más allá de las diferencias políticas.

¿Y frente al trabajo del Área?

Tengo sólo palabras de reconocimiento para el director Eugenio Prieto, para su equipo de colaboradores, porque su liderazgo y compromiso han hecho posible grandes transformaciones en los territorios. Hoy existe una mayor conciencia sobre la importancia de cambiar nuestros hábitos, entendemos mejor las implicaciones de actuar de una u otra forma a la hora de movernos, de relacionarnos con el entorno, de respetar el espacio público. Vamos bien, pero los retos son inmensos.

El ingreso de Envigado al Área, ¿cuál es su balance?

Ese fue uno de esos objetivos superiores que nos trazamos y logramos. Nos queda ese orgullo. El reconocimiento es para la gente de Envigado que apoyó la consulta y para el Alcalde que se la jugó toda para conseguirlo. No era entendible trabajar por un Valle de Aburrá sin una pieza tan fundamental como Envigado para temas tan metropolitanos como la movilidad, la seguridad, la educación, los ecosistemas.

¿Qué le faltó?

He hecho de todo. Le entregué alma, vida y corazón a mi ciudad, a mi gente, y no me va a alcanzar la vida para agradecerles a todos por haberme dado el privilegio de ser alcalde de Medellín y desde acá trabajar sin descanso por el bienestar de todo el territorio metropolitano. Medellín aporta más del 80 por ciento de los recursos del Área y el retorno es del 25 por ciento, pero de eso se trata la equidad territorial. Si a Medellín le va bien, les tiene que ir bien a los demás municipios, pero a nuestra ciudad le va mejor si le va mejor al Valle de Aburrá. Ojalá pudiera recorrer cada rincón de este territorio para abrazar a cada uno de sus habitantes y decirles con orgullo que trabajamos duro por construir un mejor lugar para todos.