Nuestra ruta del Plan de Gestión encaja en los mandamientos que tiene la Encíclica Laudato Si’ como requisito para proteger nuestra “Casa Común”, pero en especial, defender la vida humana.

La visita del Papa Francisco a Colombia, y especialmente a Medellín, nos ratifica el enorme compromiso con el cuidado y protección de nuestra Casa Común (Laudato Si), pero muy significativamente nos recuerda que no podemos desviarnos del objetivo central de nuestras decisiones: el ser humano como un todo. 

Nuestro Plan de Gestión “Territorios Integrados”, cuyos primeros resultados de este año y medio de trabajo se pueden analizar en esta edición especial, ha puesto la equidad humana y territorial en el primer orden de sus prioridades, porque coincidimos con el Sumo Pontífice en que cualquier daño que se le hace a la naturaleza es un daño que se le hace a la humanidad en su conjunto. Al hablar de “Ecología Integral”, el Papa nos pone en la tarea de ser capaces de unir la ecología natural y la humana, combinando las dimensiones humanas y las sociales. En este Planeta, donde todo esta relacionado, no es posible separarlas: todo daño a la naturaleza es un daño al ser humano, y viceversa. 

La equidad humana y territorial es nuestra Causa Común. Hemos hecho del diálogo y la concertación con todos los actores del territorio un valioso instrumento de “reconciliación” con la naturaleza. No asumimos el concepto de territorio simplemente como un espacio geográfico que nos divide, sino como el lugar donde habitamos todos, donde nos encontramos con el otro, donde nos miramos desde lo individual para construir procesos colectivos que beneficien a todos, y no a unos pocos. 

En palabras del Papa Francisco, la visión que tenemos del territorio nos convoca a “echar las redes e ir mar adentro” en procura de llevar el desarrollo y la prosperidad a los lugares que en este Valle de Aburrá sufren las mayores inequidades, no sólo en términos de infraestructura, sino de sus más mínimos requerimientos de servicios públicos, educación, salud, empleo, seguridad alimentaria y, sobre todo, de protección de la vida. 

No es casualidad, y sí una decisión deliberada de la Junta y de esta administración, haber puesto en el eje de nuestros “Territorios Integrados” los preceptos y mandatos de la encíclica Laudato Sí como una ruta inaplazable en la construcción de una línea de trabajo que busca propender por la equidad humana y territorial, el mejoramiento del hábitat afectivo y efectivo, y una adecuada articulación, programación y coordinación del desarrollo armónico, integrado, sostenible y sustentable del territorio metropolitano.

El mensaje del Papa Francisco nos anima a seguir en esa ruta. El liderazgo ejercido por el Alcalde de Medellín y presidente de la Junta Metropolitana, Federico Gutiérrez, y el compromiso demostrado por los demás mandatarios locales, nos alienta a trabajar todos los días en la búsqueda de los instrumentos necesarios para hacer de este Valle de Aburrá un lugar para la reconciliación, la paz y la vida.

Como lo dice el Papa: no es hora de los discursos, sino de la acción. Y estamos actuando, de la mano de la institucionalidad pública y privada local, regional y nacional, de la academia, del empresariado, de la sociedad civil, de la ciudadanía. Sin el concurso de todos y bajo criterios del bien común, no hubiera sido posible avanzar en la estructuración de un Plan Integral para la Gestión de la Calidad del Aire que nos permita mitigar los efectos de la contaminación ambiental en este complejo y montañoso valle. 

Pronto tendremos aprobado por la Junta este valioso instrumento y seguiremos en la formulación de otros, pues los retos y desafíos pasan por cuidar el agua, sembrar miles de árboles, proveer espacios públicos de calidad, incentivar el uso del transporte público con eficiencia y oportunidad, asegurar el acceso a la educación con nuevos colegios y acompañar todos los esfuerzos en la protección de la vida, la convivencia y la paz. Una paz que sobrepase cualquier acuerdo con los grupos alzados en armas y nos permita la reconciliación con nosotros mismos, con el territorio y con el Planeta. Que todos sintamos orgullo de ser parte de nuestra Casa Común y nos comprometamos en la Causa Común de proteger la naturaleza que proviene de Dios.

Eugenio Prieto Soto

Director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá