Una de las principales apuestas cuando asumimos el compromiso de integrar el territorio metropolitano fue la de quitar del imaginario colectivo la idea de que el Área Metropolitana era una especie de “Secretaría de Obras” para los 10 municipios que la integran. No. Hemos trabajado de forma articulada con los sectores público privado, la academia,  los empresarios, los líderes sociales y la ciudadanía en hacer de esta entidad una institución gestora del desarrollo con equidad humana y territorial.

Es así como plasmamos en nuestro Plan de Gestión “Territorios Integrados” una visión sistémica de lo que significa planear con criterios de sostenibilidad.

Hablamos del llamado Círculo Virtuoso del Desarrollo. Entendemos el concepto de Equidad como un instrumento detonante de la competitividad, la integración social, la gobernabilidad y el ordenamiento armónico de los territorios. Cuando ese modelo entra en diálogo y concertación con todos los actores es que podemos hablar de Gobernanza. Nuestro foco es la Gobernanza Metropolitana.

Pues bien, no sólo no somos una “secretaría de Obras”, sino que jamás podríamos limitar nuestro radio de acción al mero ejercicio de construir vías, levantar edificios, diseñar proyectos de infraestructura educativa, y demás. Hemos buscado consolidar un modelo de planificación estratégica que le permita a los territorios sistematizar sus problemáticas y, por ende, sistematizar sus soluciones.

Uno de los proyectos que mejor muestra esa mirada integral de los territorios tiene que ver con el emprendimiento sostenible. Es allí donde ponemos al servicio de la ciudadanía y de los actores que trabajan junto a nosotros por el desarrollo con equidad toda la capacidad institucional para hacer del Valle de Aburrá un lugar donde es posible “producir conservando y conservar produciendo”.

Para lograr la equidad es necesario tener un sistema productivo que no sólo sea competitivo, sino que fomente el talento de las personas y los motive a la innovación; que genere confianza en la institucionalidad y trabaje de la mano con ella; que promueva las buenas prácticas y genere riqueza y capital social.

El Programa de Emprendimiento Sostenible Metropolitano es una gran apuesta por la equidad y por la competitividad de la región. La capacidad y el talento de nuestra gente está demostrado y que Medellín sea catalogada como la “Ciudad más Innovadora del Mundo” no es otra cosa que el resultado del trabajo conjunto entre lo público y lo privado, la academia, los empresarios y los líderes sociales, con una ciudadanía activa y participativa que asume su rol de construir sociedad.

Algunas de las experiencias exitosas de emprendimiento que pueden conocerse en este informe especial, de las más de 2.000 que hemos tenido en siete años de convocatoria y con la coordinación de Créame, Incubadora de Empresas, reflejan el liderazgo y el compromiso de personas y entidades que apuestan por la sostenibilidad como un concepto que va más allá de lo ambiental y que impacta positivamente lo económico y lo social.

El camino trazado es para compartir visiones, complementar oportunidades, minimizar costos e incrementar la participación ciudadana. Hoy el desarrollo sostenible se asocia a la denominada “sociedad del conocimiento” que se produce como resultado de tres fuerzas: el saber, la tecnología informática y las telecomunicaciones. Depende del conocimiento y es esencialmente humano. 

Así, el desarrollo humano, que es sostenible por definición, está compuesto por cuatro elementos: crecimiento económico como condición fundamental; la equidad distributiva como el objetivo básico; la política social como instrumento para lograr el propósito central y la libertad humana como la máxima expresión de la sociedad”.

Hacia allá está puesto nuestro objetivo con los Territorios Integrados. El Programa de Emprendimiento Sostenible Metropolitano es una herramienta fundamental en su consolidación hacia un valle más humano, más equitativo, más productivo y más sostenible. Gracias a todos los que lo hacen posible.

¡Feliz Navidad!