Para nosotros sigue siendo muy alentador el reconocimiento internacional que se hace a Medellín como una ciudad sostenible, innovadora y resiliente, porque hemos sido capaces de replicar al resto del territorio sus buenas prácticas y su gobernanza.

El posicionamiento internacional de Medellín, nuestra ciudad núcleo del área metropolitana, ha hecho posible muchos de los procesos y de las dinámicas desatadas en los 10 municipios de este Valle de Aburrá.

La oportunidad de asistir a los grandes eventos de la agenda mundial sobre sostenibilidad, cambio climático, urbanismo, movilidad, recursos hídricos, biodiversidad, entre otros, y traer a nuestro territorio parte de las buenas prácticas que se dan en otros países, representa un avance fundamental en la definición y puesta en marcha de una nueva Gobernanza Metropolitana.

Y la razón es simple: nos hemos articulado desde lo local con lo regional, y desde lo regional con lo nacional y lo global. El diálogo permanente y en múltiples vías nos permite avanzar en los asuntos donde hoy somos un referente internacional y aprender de los otros en temas estratégicos que nos son comunes.

Uno de esos temas está estrechamente relacionado con la gestión de la calidad del aire, porque no obstante las particularidades de cada territorio, los fenómenos asociados a la contaminación atmosférica sí son los mismos. Un aumento exponencial en las tasas de motorización, la permanencia del uso de combustibles fósiles, la demanda de mayores servicios dado el incremento poblacional y el número de viviendas, y, claro, los efectos del cambio climático.

Durante el Foro de Ciudades que se realizó hace unas semanas en Plaza Mayor, con Medellín como uno de esos grandes referentes de transformación urbana, quedó en evidencia que uno de los mayores retos de las urbes tiene que ver con la movilidad. Y, en consecuencia, nuestro territorio se erige como un ejemplo para el continente en torno a su sistema integrado de transporte masivo y su carácter multimodal. Pero no es sólo un tema que tenga que ver con la movilidad, sino lo que ha representado para el bienestar de los ciudadanos la integración de los territorios a lo largo y ancho de los metrocables, el tranvía, metroplús y, por supuesto, los senderos de ciclocaminabilidad.

Esta oportunidad de mostrar ante la comunidad internacional lo que venimos haciendo en los 10 territorios integrados del Valle de Aburrá es muestra fehaciente de la capacidad de articular, dialogar y concertar con todos los actores del territorio. Esa Gobernanza Metropolitana es la hoja de ruta que hemos trazado como un camino cierto hacia la definición de un nuevo modelo de ocupación que nos permita responder con visión de futuro ¿Qué territorio queremos?

La visión glocal (global vs. local) que dejamos plasmada en el Plan de Gestión Territorios Integrados 2016-2019 cobra mucha más vigencia y legitimidad cuando la comunidad internacional y los organismos multilaterales nos dicen que vamos por el camino correcto, lo que no significa que no tengamos retos y oportunidades a lo largo de todo este complejo proceso de planificación de las ciudades.

El Foro de Ciudades nos permite afianzar esas convicciones y revalidar nuestra apuesta por la sostenibilidad de los territorios con criterios de equidad. Queremos y estamos trabajando duro por dejarle al Valle de Aburrá todos los instrumentos necesarios para gestionar con eficiencia, eficacia y transparencia sus complejas problemáticas urbanas. También sus oportunidades en el corto, mediano y largo plazo. 

El Plan de Gestión de la Calidad del Aire (PIGECA), el Protocolo para Enfrentar los Episodios por Contaminación Atmosférica (POECA) y el Pacto por la Calidad del Aire, liderado por Medellín, son ejemplos vivos de que sí podemos acordar como sociedad los mínimos para revertir los daños que durante siglos le hemos ocasionado a nuestra Casa Común.​

Eugenio Prieto Soto

Director del Área metropolitana del Valle de Aburrá​