• Primero fue el Foro Urbano Mundial. Después la Asamblea General del BID. Ahora el Foro de Ciudades y la Asamblea General de la OEA. Razones suficientes para compartir los aprendizajes y las enseñanzas de lo que ha sido el proceso de articulación del desarrollo sostenible del territorio metropolitano. Un modelo a escala de gobernanza.

El Valle de Aburrá, con Medellín como ciudad núcleo, vuelve a estar ante los ojos del mundo. Y, de nuevo, por sus exitosas experiencias en torno al desarrollo sostenible.

La segunda semana de junio, por primera vez desde que fue creado por la Feria de Madrid (IFEMA), hace 12 años, el Foro de Ciudades tuvo su encuentro en Plaza Mayor, a donde acudieron expertos de todo Iberoamérica para hablar de sostenibilidad, no sólo en términos ambientales, sino también económicos y sociales.

Ya habíamos sido sede del Latam Mobility, a comienzos del mes, y despedimos junio con la celebración en Medellín de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Son los resultados de una gestión de ciudad con visión global. Ya pasaron por acá también los mejores urbanistas del mundo durante el Foro Urbano Mundial y Medellín sigue recibiendo reconocimientos internacionales por su capacidad de transformación de los territorios, su innovación, su resiliencia y su apuesta por la tecnología. Somos la sede para América Latina de la Cuarta Revolución Industrial. La comunidad internacional nos mira con interés y de ella también aprendemos mucho.

Este especial periodístico de El Metropolitano recoge esas miradas externas, pero no desconocidas, porque desde el Área Metropolitana también se viene adelantando un ambicioso Plan de Gestión y de Cooperación Internacional que ha permitido tener el acompañamiento de organismos tan importantes como ONU Hábitat, la Unión Europea, la Agencia de Cooperación Alemana, el ICLEI, C40, Latam Mobility, así como el Banco Mundial, el BID y la CAF, la Agencia Francesa, entre otras.

El ejercicio de diálogo multinivel y la concertación con los actores locales del territorio ha consolidado un modelo de Gobernanza Metropolitana que es reconocido internacionalmente y que contribuye a la superación de muchos de los problemas comunes por los que atraviesan las grandes urbes, no sólo en América Latina, sino del resto del mundo.

Una de esas problemáticas está estrechamente relacionada con la movilidad y, por ende, con los fenómenos asociados a la contaminación atmosférica en las grandes urbes. De esos temas se habló en el Foro de Ciudades, pero, en especial, de cómo este territorio metropolitano viene avanzando en la solución integral del desarrollo sostenible.

De cómo un problema real y complejo como es el de la calidad del aire se convirtió en una oportunidad colectiva para mitigar los efectos de la contaminación sobre la salud de las personas y cómo el Valle de Aburrá ha logrado consolidar un sistema masivo de transporte multimodal que el mundo califica como vanguardista.

Esas voces alientan el esfuerzo colectivo que se hace desde el territorio y motivan el trabajo articulado que desde acá se hace con distintas instancias, desde lo regional y lo nacional hasta lo internacional. Reconocemos que hace falta mucho trabajo, pero es evidente que vamos por buen camino. Nuestro objetivo es consolidar un modelo de ocupación que, más temprano que tarde, nos permita decir que este territorio no sólo es sostenible, sino que es biodiverso y feliz.