El 31 de octubre de 2016 se dio uno de los más importantes sucesos para el cuidado de la fauna en el territorio. Ese día se aprobó el Hecho Metropolitano de Bienestar Animal por la influencia o la relación humano-animal. Así, dando cumplimiento al Plan de Gestión Territorios Integrados 2016-2019, la Entidad se fijó la meta de realizar 50.000 esterilizaciones de mascotas en los 10 municipios del Valle de Aburrá para mejorar la calidad de vida de los animales de compañía.

“A 31 de diciembre de 2018, a falta de un año de gestión, se superó con creces esa meta y se lograron 54.000 esterilizaciones en el Valle de Aburrá y para 2019 se realizó un convenio con la Universidad de Antioquia para 15.000 esterilizaciones más en el territorio para superar esa meta trazada en 2016 por 19.000 de estas intervenciones quirúrgicas”, dice Andrés Gómez, de la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana.

Uno de los puntos importantes para el cuidado de los animales se dio con la Ley 1774 de 2016 cambió la Ley 84 de 1989 y los animales pasaron de ser bienes inmuebles a seres sintientes. Esto significa que ya son seres con derechos y los humanos tienen unas responsabilidades para con estos individuos. 

Y desde ese 2016, de la mano de Corantioquia, en lo que se refiere a animales silvestres, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá viene trabajando en la declaratoria de Áreas Libres de Fauna Silvestre en Cautiverio para el territorio metropolitano. Para abril de 2019 ya se han declarado 12 de estas zonas de protección que se suman a las 42 que hay en diferentes lugares de Antioquia. 

Esta estrategia va sumada a la Bienestar Animal que promueve en los diferentes municipios del Valle de Aburrá que se dejen de tener en los hogares animales silvestres. Este trabajo se hace puerta a puerta y se realiza, además, un acompañamiento sicológico a las familias para que puedan devolver esos animales.

2.100 personas en Caldas fueron impactadas a través de actividades educativas y entregas voluntarias de ejemplares de fauna silvestre.

7.732 personas se han sensibilizado gracias al trabajo articulado entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES en la no tenencia de fauna silvestre en cautiverio y el respeto por nuestra biodiversidad. 

Después de mapear los sectores y las personas entregan los animales, se hace un acto público en la zona en que se realizó el barrido para declarar que en ese cuadrante no hay animales silvestres en cautiverio. 

39 declaratorias se han realizado en la jurisdicción de Corantioquia y siete de ellas dentro del Valle de Aburrá, desde que inició la estrategia en 2008. 

“Estas declaratorias tienen una implicación muy especial y es el compromiso de la ciudadanía de no permitir fauna silvestre en cautiverio en estos territorios. Es una generación de conciencia de no tener estos animales privados de su libertad ya que se crea un desequilibrio en los ecosistemas que nos afecta a todos. Además, los animales sufren unos traumas impresionantes. No participemos de ese tráfico ilegal de esas mafias que se están enriqueciendo con esta práctica. Queremos que todo el Valle de Aburrá sea un territorio libre de fauna en cautiverio”, sostiene Eugenio Prieto Soto, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.  

Toda esta labor va de la mano de la Policía Ambiental, que es fundamental en la prevención, control, rescates y educación para lograr un trabajo articulado. Ya cuando se tiene esa certeza se declara el área después de un trabajo bien complejo que integra actividades como Cine al parque, festivales interactivos, capacitaciones con los niños y todas las plataformas de liberación con particulares y también en conjunto con Corantioquia y Cornare. 

La Policía Ambiental, cuando se da cuenta de que se tiene fauna silvestre en cautiverio procede a rescatar las especies y en caso de que la persona no lo entregue de manera voluntaria el animal y si no se da este comportamiento, para los animales que hay en las viviendas, se procede a hacer el rescate y a poner un comparendo a las personas. En el caso de tráfico de fauna se hacen capturas y los implicados se ponen a disposición de la autoridad competente. 

“Trabajamos bajo líneas de control, vigilancia y prevención. Visitamos zonas vulnerables como plazas de mercado, tiendas de mascotas y en lugares específicos como parques y terminales de transporte. Esto nos ha dado muy buenos resultados y el nivel de denuncias es alto. Y cada vez aumenta más por las redes sociales, que lo maneja la Sijín”, comenta la teniente Erika Ortiz, comandante de Policía Ambiental y Ecológica del Valle de Aburrá. 

Otro frente en el que trabaja el Área Metropolitana es en el manejo de especies invasoras como el caracol gigante africano que se encuentra en zonas rurales y urbanas del Valle de Aburrá, principalmente en Medellín, Sabaneta, Envigado, Caldas Itagüí y Bello. 

Solo en 2018, la Entidad realizó 114 actividades de sensibilización sobre la importancia de no manipular esta especie invasora y capacitó a 246 personas. Además, recolectó 26,4 kilos de este animal en dos viveros del Valle de Aburrá en acompañamiento del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), para su posterior disposición final.