El Valle de Aburrá avanza hacia la consolidación de una ruta sistémica, articulada y sostenible que fortalece la gobernanza del territorio. Los desafíos ligados a la gestión por la Calidad del Aire se han convertido en una inmejorable oportunidad para definir a través del diálogo y la concertación un nuevo modelo de ocupación urbana.

El Plan Integral de Gestión de la Calidad del Aire (PIGECA) está demostrando su efectividad y los resultados obtenidos durante este año, cuando se aplicó el Protocolo Operativo contra Episodios por Contaminación Atmosférica (POECA) durante los dos períodos críticos (febrero-abril y octubre-noviembre), son positivos.

No sólo se evitó que el territorio entrara en una etapa de alerta por mala calidad del aire a comienzos de 2018, sino que el estado de prevención decretado entre el 1 y el 27 de octubre pasado arrojó los mejores resultados en los niveles de calidad del aire, pues durante dicho período las estaciones de monitoreo permanecieron en naranja y amarillo. Esto es, más del 90 por ciento de los días del estado de prevención, las estaciones mostraron una calidad del aire entre amarillo y verde, que representan aire de buena calidad para los grupos sensibles.

Este especial sobre calidad del aire parte de un hecho contundente: el Pacto por la Calidad del Aire que ya suscribieron no menos de 90 empresas en todo el Valle de Aburrá es uno de esos detonantes del PIGECA y demuestra que sí es posible hacer acuerdos de sociedad que trasciendan los ámbitos de lo público y comprometan a todos los actores del territorio: sector privado, academia, empresarios, líderes sociales y ciudadanía.

El liderazgo de la Junta Metropolitana, encabezada por el alcalde de Medellín y los otros nueve mandatarios del Valle de Aburrá, bajo la coordinación armónica y articulada del Área Metropolitana, produjo el cambio: Ecopetrol está entregando el diésel con la mejor calidad de la historia y a la altura de estándares internacionales, de entre 11 y 15 partes por millón de azufre.

La calidad de la gasolina también ha mejorado a niveles de entre 150 y 160 partes por millón de azufre, cuando hace no más de cinco 10 años nos llegaba al territorio combustible con concentración de azufre de hasta 5.000 partes por millón.

El logro del Valle de Aburrá es un logro para todo el país, porque a las grandes ciudades, Ecopetrol está enviando el mismo combustible de calidad.

¿Cómo ha sido todo este proceso y cuáles son los retos y las acciones que se tienen que seguir implementando para asegurar la calidad del aire y, por ende, el bienestar de los ciudadanos metropolitanos?


De eso trata este informe especial de El Metropolitano. El mensaje es que todos debemos aportar y comprometernos con la sostenibilidad ambiental de los territorios.​​