El oso de anteojos, es el encargado de proteger nuestros páramos y habita una zona bastante amplia desde el sur en tierras argentinas, hasta las cordilleras andinas en Colombia y Venezuela.

A propósito del pequeño osezno recuperado hace casi dos meses por Corantioquia, la Universidad CES y el Área Metropolitana del Vallé de Aburrá en zona rural del municipio de Remedios, Antioquia, cabe resaltar este 21 de febrero, Día Internacional para la protección del oso andino, la labor de protección que se hace a nivel mundial con estas especies animales.
 
El oso de anteojos, es el encargado de proteger nuestros páramos y habita una zona bastante amplia desde el sur en tierras argentinas, hasta las cordilleras andinas en Colombia y Venezuela. Siendo considerado un tipo de oso de talla mediana, pesa en promedio 180 kilogramos y al igual que las demás especies de osos, es omnívoro e incluye en su dieta peces, insectos, huevos y plantas.
 
En la actualidad, el pequeño osezno que ya pesa 11 kilogramos, se encuentra en el Parque Zoológico Santa Fe y presenta un cariz alegre y juguetón, evidencia clara de un cachorro con un estado de salud óptimo y un adecuado desarrollo etológico y motriz. Desde su llegada, hace casi dos meses, ha ganado un poco más de 7 kilogramos gracias a la atención de especialistas, a unos hábitos alimenticios adecuados y a la rehabilitación de su comportamiento natural.

Debido a la tala del bosque, el cambio climático y la degradación del suelo, el ecosistema del oso andino ha sido deteriorado al punto de que podría perder el 30 por ciento de su hábitat en los próximos 30 años. Además, la caza indiscriminada lo ubica en un escenario para nada favorable y ya se encuentra en la lista de especies en peligro de extinción.

Hoy día, el osezno recuperado tiene una vida tranquila que se manifiesta en conductas en las que se incluye el juego con troncos o plantas, el disfrute del agua y la capacidad para trepar a los árboles. Sin embargo, está muy lejos de su hábitat y eso no está bien; en un ambiente ideal, nuestra conciencia ambiental debería ser tal, que hablar de conservación, recuperación, liberación y protección en el tema de fauna silvestre, fuera algo del pasado.

Por consiguiente, es imperioso que en días como hoy, aprendamos a apreciar y proteger nuestra fauna desde la distancia y entendamos que sacar un animal de su entorno es el peor daño que les podemos hacer. Es importante que como sociedad, tomemos una actitud menos antropocéntrica y aprendamos a respetar el hábitat de las demás especies y su función biológica.